Las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE) son píldoras anticonceptivas que contienen hormonas o que las alteran y se usan para prevenir embarazos no deseados.
Pueden utilizarse en caso de agresión sexual, olvido del método de planificación habitual, ruptura o deslizamiento del preservativo o cualquier otra situación en la que la mujer estuvo expuesta a una relación sexual sin protección.
Aunque este tratamiento se conoce comúnmente como la “píldora del día después”, aun después de cinco días puede ser efectivo.
No es conveniente utilizarlas más de una vez durante el mismo ciclo sexual por el exceso hormonal que producen.
Tampoco se recomiendan como método habitual de planificación por la alta dosis hormonal y por el riesgo de un embarazo no planeado si se toman muy tarde.
El tratamiento consiste en tomar una dosis lo más pronto posible después de la relación sexual, si solo se toman productos con progesterona.
Si se utilizan anticonceptivos combinados, se da una segunda dosis 12 horas después de la primera.
La toma de la PAE proporciona una exposición hormonal breve y concentrada que interrumpe los patrones hormonales que son esenciales para el embarazo.
La producción de hormonas por el ovario se reduce y se altera el desarrollo del endometrio uterino. Estas alteraciones son temporales y duran sólo unos cuantos días, pero en algunos casos alteran los primeros ciclos normales.
Sin embargo, no protegen de un embarazo en las siguientes 24 horas, por lo cual se recomienda iniciar un método de contracepción lo más pronto posible si así lo desea la mujer.
Actualmente hay tres opciones para la anticoncepción de emergencia:
Los manuales de la OPS y OMS que están en las referencias al final de esta guía tienen la tabla de conversión de estas dosis en el capítulo 3.
El dispositivo Intrauterino (DIU) de cobre también se pude utilizar como anticonceptivo de emergencia. Se puede colocar máximo cinco días después de la relación sexual. No produce aborto, solo impide la unión del óvulo y el espermatozoide alterando el ambiente uterino.
El uso de la píldora anticonceptiva de emergencia PAE reduce el riesgo de embarazo en un 95% si se toma en las siguientes 24 horas, bajando hasta el 75 % si se hace más tarde. Esto no quiere decir que un 25% de mujeres llegará a embarazarse.
En condiciones normales, sin ningún tratamiento anticonceptivo, de cada 100 mujeres que tienen una relación sexual sin protección durante la segunda o tercera semana de su ciclo menstrual, cerca de 8 llegarán a quedar embarazadas.
Si esas mismas mujeres usaran píldoras de anticoncepción de emergencia la efectividad sería la siguiente:
Se ha descrito que el 50% de mujeres que usa la PAE experimenta náuseas y un 20% vómitos. Si el vómito ocurre dentro de las dos horas posteriores a la dosis, ésta debe repetirse.
Casi todas las mujeres pueden usar las píldoras anticonceptivas de emergencia PAE sin problemas.
Aunque algunas mujeres con riesgo de ataque al corazón, enfermedades cardiacas, coágulos en la sangre u otros problemas cardiovasculares no deben emplear píldoras anticonceptivas regularmente, expertos opinan que, en una emergencia, el empleo de píldoras anticonceptivas por mujeres activas (mujeres que no están en cama) no tiene los mismos riesgos.
Los efectos secundarios menos frecuentes son dolores de cabeza, sensibilidad en los senos, mareos y retención de líquidos.
No se han llevado a cabo estudios fiables de los nacimientos en mujeres que ya estaban embarazadas cuando tomaron las PAE, o en aquellos casos en los cuales las PAE fracasaron en la prevención del embarazo.
Sin embargo, existen dos razones para concluir que los defectos del nacimiento no deben ser una preocupación:
El acetato de ulipristal actúa de manera diferente. No es una hormona, sino que bloquea la acción de la progesterona impidiendo el inicio y mantenimiento de un embarazo.
Produce efectos secundarios similares a las hormonas y al parecer sí puede producir alteraciones en el embrión si se toma estando ya embarazada.
En cuanto a donde se pueden comprar:
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