La ascariasis es una infección provocada por un parásito intestinal de la familia de los nematodos denominado Ascaris Lumbricoide.
El Ascaris Lumbricoides es un helminto o gusano que vive en el yeyuno, una zona del intestino delgado, sin adherirse a la pared intestinal.
Es un gusano muy musculoso y móvil de aspecto cilíndrico y de color blanco o rosado que puede llegar a medir entre 20 y 40 cm de largo y tiene unos 5 mm de grosor.
El gusano puede llegar a vivir entre uno o dos años.
El contagio se produce por vía fecal-oral, es decir, por el consumo de agua o alimentos contaminados con heces que contienen huevos del nematodo.
El principal riesgo se produce por consumir vegetales abonados con heces humanas contaminadas.
Los huevos ingeridos por este medio al llegar al tubo digestivo, por acción del ácido gástrico, pierden la cubierta que los protege y asoman las larvas que consiguen atravesar la pared intestinal.
Estas larvas alcanzan en unos 7 días el pulmón, a través de la circulación portal, y posteriormente remontan desde el pulmón hasta la tráquea para volver al tubo digestivo a través del esófago.
La ascariasis es una infección muy frecuente y se estima que afecta a 1000 millones de personas anualmente en el mundo.
La enfermedad tiene una distribución mundial, pero tiene mayor prevalencia en climas tropicales y subtropicales.
Se presenta principalmente en áreas con mal saneamiento donde las heces humanas se utilizan como fertilizante o donde los niños defecan directamente en el suelo.
Al ser un parásito intestinal puede provocar dolores o molestias gastrointestinales que pueden ser muy variables desde pacientes sin apenas síntomas a otros con nauseas o vómitos.
Previamente a estos síntomas, durante la fase de migración de los gusanos a los pulmones, es frecuente la aparición de:
La mayor complicación es que los gusanos formen masas que obstruyan el intestino, el hígado o los conductos biliares con riesgo de que puede llegar a ser mortal.
Para el diagnóstico de la enfermedad es necesario realizar un análisis de las heces y observar la presencia de huevos de Ascaris, que suelen aparecer a partir de los dos meses de la infección.
Además, durante los primeros días de contagio se suelen observar infiltrados al realizar una radiografía de Rayos X de tórax y en los análisis de sangre suele haber un aumento de los eosinófilos.
El tratamiento se realiza con medicamentos antiparasitarios como el mebendazol (Lomper). Se suelen tomar dos dosis de 100 mg al día durante tres días.
Después del tratamiento se repite el estudio de heces y si vuelven a aparecer los huevos se repite el mismo ciclo de tratamiento.
Otros medicamentos utilizados son el albendazol o el pamoato de pirantel.
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