Las enfermedades infecciosas son causadas por gérmenes diminutos que se pueden encontrar en cualquier parte (aire, tierra y agua). Por tanto, una persona puede contraer una infección por beber, comer, respirar o tocar algo que contenga dichos gérmenes.
La principal vía de transmisión de las infecciones son por contacto con animales (mosquitos, garrapatas o animales domésticos), contacto sexual, besos o estornudos.
Algunas infecciones pueden prevenirse mediante la administración de vacunas. Las vacunas son soluciones que poseen capacidad antigénica, es decir, crean mecanismos de defensa o inmunidad en nuestro organismo frente a determinadas infecciones.
Otras medidas generales de prevención para evitar el contagio de enfermedades infecciosas son mantener una higiene adecuada (es importante lavarse las manos adecuadamente) o evitar el contacto con animales o personas infectadas.