El ß-caroteno pertenece a un grupo de pigmentos rojos, anaranjados y amarillos llamados carotenoides con propiedades antioxidantes.
En conjunto, los betacarotenos contiene un alto grado de vitamina A necesario para muchas del las funciones del cuerpo humano. El betacaroteno se considera propiamente un precursor de la vitamina A. Su transformación a vitamina A se produce en la pared intestinal.
Los beta-carotenos se encuentran principalmente en las frutas y verduras de tonos rojos y anaranjados como el tomate, los pimientos o las zanahorias.
El beta-caroteno ha sido utilizado para diversas afecciones crónicas como el asma, problemas cardiacos, problemas oculares diversos, la depresión, el Alzheimer y sobre todo para diversas enfermedades de la piel.
Como actúa como un filtro solar se usa también mucho en enfermedades producidas por el sol.
La ingesta diaria de 5 piezas de fruta pueden dar el nivel suficiente de betacaroteno necesario para el cuerpo humano, con mayor eficacia que los suplementos artificiales de mayor contenido teórico.
Se ha demostrado que el betacaroteno es claramente eficaz para:
El betacaroteno puede tener algo de eficacia real en:
En otras enfermedades distintas a las nombradas previamente no ha demostrado ninguna eficacia.
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