
¿Cómo hablar con los hijos sobre las drogas?
Para los padres, hablar con los hijos sobre el mundo de las drogas puede ser difícil, pero es necesario. Para muchos padres puede suponer un reto significativo pero es esencial para fomentar una vida saludable y prevenir conductas de riesgo.
Una buena educación puede marcar la diferencia en las decisiones de los jóvenes a lo largo de su vida en su relación con las drogas y las adicciones.
A continuación, se presentan algunos consejos prácticos para abordar este delicado asunto de manera efectiva:
- Comenzar la educación a temprana edad: Se puede comenzar a hablar sobre las drogas a partir de los 5 años en adelante. Utilizar situaciones cotidianas, como el consumo de vino o tabaco en presencia del niño, puede ser una oportunidad para introducir conceptos sobre el consumo responsable y las adicciones. A medida que el niño crece, es importante ajustar los mensajes según su capacidad de comprensión y madurez.
- Informarse: Los padres deben estar bien informados sobre los efectos del alcohol, la nicotina, el cannabis y otras drogas sintéticas. Cuanto más conocimiento tengan, mejor podrán transmitir información coherente y responsable a sus hijos, ayudándoles a tomar decisiones informadas.
- Mantener la calma y ser razonable: Si su hijo adolescente comienza a tener experiencias con el alcohol, el tabaco o las drogas es conveniente no perder los estribos y evitar enfrentamientos con fuertes discusiones o castigos. No funcionará a largo plazo. Trate de escuchar y entender sus motivos, pero explique con claridad y determinación sus puntos de vista sobre el consumo de drogas, alcohol y tabaco. Puede apoyarse en ejemplos, como el número de accidentes de coche producidos por el alcohol, los efectos en la memoria que produce el hachís, la adicción que produce el tabaco, etc.
- Involucrarse en las actividades de su hijo: La participación activa en la vida de los hijos puede reducir significativamente la probabilidad de que recurran al alcohol, tabaco o drogas. Promover actividades de ocio saludables, conocer a sus amigos y estar atento a cambios de conducta son estrategias efectivas. Además, los padres deben intentar ser un ejemplo positivo, como dejar de fumar si ellos mismos tienen ese hábito.
¿A qué edad se comienza generalmente a consumir cada tipo de sustancias?
El consumo de drogas, incluido el alcohol y el tabaco, suele comenzar en la adolescencia y puede estar influenciado por una gran variedad de factores sociales, familiares y/o personales.
A continuación, se presenta un resumen de la edad de inicio y las causas del consumo de diversas sustancias:
- Alcohol: El consumo de alcohol suele comenzar entre los 12 y 14 años y se asocia con un consumo social con amigos.
- Tabaco: La edad de inicio es en la adolescencia temprana entre los 13 y 15 años y suele deberse a factores como el estrés o la presión de grupo.
- Cannabis: La edad de inicio suele ser posterior al consumo de tabaco, sobre los 15 a 16 años y se debe a su fácil acceso y a la percepción de que es menos peligrosa que otras drogas ilegales.
- Drogas sintéticas: Suele comenzar su consumo sobre los 17 o los 18 años y está muy asociada a ambientes festivos como discotecas, conciertos, etc.
Es importante la prevención y la educación temprana para reducir el riesgo de consumo de drogas entre los jóvenes. La participación activa de los padres, la información adecuada y un entorno familiar y social saludable son claves para prevenir el inicio del consumo de estas sustancias.
¿Cómo reducir los daños en personas drogodependientes?
El consumo de drogas ilícitas conduce frecuentemente al deterioro de la salud y al desarrollo de enfermedades y trastornos relacionados.
En numerosas ocasiones los programas y las actividades de prevención para reducir o evitar su consumo no son efectivas y hay que poner recursos a disposición de quienes hayan desarrollado dependencia.
El objetivo es la reducción de daños en las personas consumidoras de drogas ilícitas. Para ello, es necesario ayudar a estas personas sin prejuzgarlas para que eviten los comportamientos de riesgo y puedan tener la mejor salud posible.
Entre las posibles medidas de reducción de daños que se pueden llevar a cabo se encuentran:
- Proporcionar material estéril a las personas que se inyectan drogas para reducir el riesgo de contraer una enfermedad infecciosa.
- Abordar los problemas sociales a los que se enfrentan las poblaciones más marginadas.
- Ofrecer tratamientos con medicamentos agonistas opioides. Se trata de administrar fármacos sustitutivos de las drogas ilegales. La metadona es la más utilizada, aunque también se usan con frecuencia medicamentos a base de buprenorfina.
- Poner a disposición de los consumidores instalaciones de control para analizar las drogas que están consumiendo. Por ejemplo, muchas pastillas de MDMA (éxtasis) pueden contener adulterantes u otras sustancias psicoactivas. Se trata de concienciar a los consumidores de la mezcla de sustancias concretas que están consumiendo.
- En algunos países se han puesto en marcha salas de consumo supervisado de drogas (narcosalas) y entrega de medicamentos destinados a reducir las sobredosis como la naloxona.
Algunas de estas medidas resultan controvertidas ya sea por razones legales o culturales y muchas veces solo se puede acceder a ellas si se reside en grandes ciudades.



Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico