La recomendación básica sobre las relaciones sexuales durante el embarazo es la de su propia comodidad. Si su embarazo cursa con normalidad no es necesario modificar o interrumpir sus hábitos sexuales.
El coito no es peligroso para el feto en embarazos de curso normal. El feto está muy protegido en su bolsa de líquido amniótico, y lo único que puede compartir contigo es el placer en forma de endorfinas que el cerebro produce en situaciones muy agradables y que pueden transmitirse al feto a través de la sangre.
No hay relación causa efecto entre el sexo y el aborto natural durante los ocho primeros meses de embarazo.
En algunas mujeres se da un incremento de la libido durante el embarazo: la vagina se vuelve más flexible y está mejor lubrificada, la circulación sanguínea agudiza la sensibilidad de los senos, etc.
El embarazo induce a modificaciones de tipo vascular, muscular y neurológico. Pero la explicación hormonal no es suficiente. El proyecto común (la llegada del bebé) también puede solidificar la relación de pareja, que se siente en fusión total durante el acto sexual.
Aunque no es fácil establecer cifras exactas, se ha publicado que aproximadamente el 40% de las embarazadas experimenta una disminución del deseo sexual, un 50%, también aproximado, no experimenta cambios destacables y un 10% experimenta un incremento del deseo sexual.
Si la mujer o el hombre no se sienten cómodos con el sexo durante el embarazo es importante ser tolerante, tener en cuenta que cada persona vive el embarazo de una forma, con miedos diferentes. Muchos hombres sienten que la penetración puede hacer daño al bebé.
Una cosa está clara, el diálogo es algo fundamental: ausencia de deseo, miedo de no gustarle, problemas técnicos debidos a tu metamorfosis física. Hablad de todo lo que pueda alterar vuestra vida amorosa. El embarazo no es más que una etapa y tu vida de pareja volverá rápidamente a su curso normal.
Una de las cosas que hay que cuidar más que de costumbre es la postura durante el acto, ya que la clásica dejará de ser cómoda según vaya creciendo el vientre. Se deben evitar también las relaciones sexuales bruscas o violentas. Las posiciones más recomendadas para mantener relaciones sexuales sin daño para la embarazada o el bebé son las siguientes:
El uso de preservativo se recomienda para que el semen, que contiene sustancias que pueden provocar contracciones, no entre en contacto con el cuello uterino.
El sexo durante el embarazo debe evitarse cuando exista hemorragia, infección genital, amenaza de parto prematuro o rotura de la bolsa. Algunos ginecólogos lo desaconsejan también si ha habido abortos anteriores.
Si aparece dolor, hemorragia vaginal, flujo o contracciones uterinas durante el acto sexual hay que avisar al médico ya que puede ser motivo de alarma. En los casos de embarazos gemelares, es conveniente no practicar sexo con penetración durante los tres últimos meses de gestación.