La hidrofrenosis es la inflamación del riñón producida por la acumulación de orina.
Se produce principalmente debido a una obstrucción (normalmente en los uréteres) que impide el paso de la orina de los riñones a la vejiga.
La hidronefrosis implica una dilatación (aumento de tamaño) de la vía urinaria desde la vejiga hasta el riñón. Se clasifica en distintos grados (del I al IV) dependiendo de la dilatación que se produzca siendo la IV la de mayor gravedad.
La hidrofrenosis suele ser secundaria a una obstrucción en el uréter o más abajo. Dicha obstrucción puede ser debida entre otras causas a:
Esta obstrucción en los conductos urinarios impide que la orina salga por la vejiga, el lugar donde desembocan ambos uréteres. Por ello, la orina, al no poder salir, refluye hacia atrás hasta alcanzar los riñones, pudiendo lesionarlos, en principio reversiblemente, y si la situación persiste en el tiempo de forma irreversible.
También existe una alteración funcional del sistema urinario, denominado reflujo vesicoureteral, por el que la orina regresa de forma anormal desde la vejiga hacia los riñones sin que exista ninguna obstrucción.
La hidronefrosis puede ser unilateral (en un solo riñón) o bilateral (en ambos riñones) siendo más frecuente la unilateral.
Los principales síntomas que se suelen observar son:
La ecografía es la prueba fundamental para detectar la hidronefrosis. (Incluso, puede observarse la hidronefrosis en el feto durante la gestación a partir de la semana 20 del embarazo)
Se debe completar el estudio realizando una cistografía por sondaje vesical y técnica estéril, para ver si la causa de la dilatación es un reflujo vesicoureteral, es decir que la orina sube hacia los riñones cuando se realiza la micción.
El tratamiento inicial para evitar el daño a los riñones consiste en:
Una vez solucionado este problema urgente, habrá que analizar la causa que ha originado la obstrucción para evitar que se vuelva a producir.
Es recomendable asimismo: