La hiperqueratosis es un aumento en el grosor de la capa externa de la piel, compuesta mayoritariamente por queratina.
La queratina es una proteína que da resistencia, dureza y protección a la piel.
Normalmente la hiperqueratosis se produce como respuesta a una agresión de la piel con el fin de protegerla.
Esta agresión puede ser debida a:
Hay casos excepcionales en las que se produce hiperqueratosis sin una agresión previa.
Estos casos, denominados ictiosis, se producen por causa hereditaria y acostumbran empezar en una edad temprana y afectar áreas extensas del cuerpo.
En la hiperqueratosis la piel se endurece y se vuelve más gruesa. Además puede haber descamación de la zona.
Es una molestia sobretodo estética, pero en algunos casos y dependiendo de su localización, puede llegar a ser dolorosa.
Suele aparecer en:
La única complicación que pueden ocasionar es la formación de una ulcera y su posterior infección. Esto es muy infrecuente, y solo se da en personas con problemas circulatorios como los pacientes con diabetes.
Su proveedor de la salud llegará al diagnóstico con el examen de la piel. Le puede pedir pruebas complementarias como una biopsia para descartar otras patologías, pero es poco frecuente.
Se pueden utilizar cremas tópicas para ablandar e hidratar los tejidos afectados. Las cremas indicadas acostumbran a tener como componentes:
Estas sustancias ayudan a mejorar la aspereza de la zona y rehidratarla. Además, el ácido salicílico y la urea tienen la capacidad de disolver la queratina.
En el caso de los callos y callosidades del pie, se recomienda disminuir la fricción y /o la presión con el uso de material de relleno, cambio de calzado o plantillas de descarga. Es importante no rasurar el callo, ya que se puede infectar. Estos deben ser tratados por profesionales de la salud.