La tricotilomanía es un trastorno que se encuentra dentro de una gran categoría que son los “Trastornos Obsesivos-compulsivos y Trastornos Relacionados”. Anteriormente, se consideraba dentro de los Trastornos de control de impulso, pero se ha visualizado que guarda más relación con la compulsión que con la impulsividad.
La palabra proviene de tres palabras griegas:
Estas tres palabras describen la característica principal del trastorno que es la pérdida de cabello debido a que las personas no se resisten a tirar de él o arrancárselo.
Esta conducta pudiera generar en las personas un malestar clínicamente significativo y también un deterioro en sus relaciones interpersonales a nivel social, laboral u otras.
Este trastorno no debe ser diagnosticado si se encuentra dentro de un delirio o una alucinación, tampoco si existe una inflamación cutánea pre-existente. También es importante diferenciarlo de un intento de corregir un aspecto que no les guste de sí mismos por un Trastorno Dismórfico Corporal.
Este trastorno se inicia en la niñez (aproximadamente entre los 10 y los 13 años), teniendo un aumento durante la adolescencia. En ocasiones durante la edad adulta disminuye su severidad.
Cabe mencionar que si bien lo más común es quitarse el cabello desde el cuero cabelludo también se podría arrancar desde las cejas, pestañas, abdomen, pecho o incluso en la región púbica. Es un acto constante y reiterativo y es por ello que el cabello se comienza a perder de manera significativa.
Esta conducta es una respuesta que aparece en las personas para manejar emociones como el estrés, la ansiedad o la angustia y, efectivamente, tras quitarse el cabello se reporta una sensación de alivio y gratificación. Debido a eso, se asocia que la mejor o única manera de manejar sus emociones es realizando esta conducta y la mantienen en el tiempo.
Además, tras quitarse el cabello, pueden existir ciertos rituales, como por ejemplo pasárselos por los labios, morder las raíces, examinarlos, hacerlos una bola, guardarlos o comérselos lo que pudiera incluso generar tricobezoares (bolas de pelo en el tracto digestivo).
Las personas que padecen de este trastorno pueden haber tenido repetidos intentos de disminuir la cantidad de veces que realizan este acto o, incluso, han intentado dejar de tener esta conducta sin éxito.
En general, se visualiza una afectación importante en la vida de las personas debido a las consecuencias físicas que genera sacarse el cabello sobre todo en el cuero cabelludo, por ende, tienden a utilizar pelucas o gorros de tal forma que lo esconden incluso de familiares cercanos. También puede generar irritabilidad, baja autoestima o sensaciones de tristeza.
Respecto de las causas, se han visualizado aspectos genéticos, neurobiológicos y psicosociales.
Por ejemplo, a través de neuroimágenes se ha visto que las personas que padecen de tricotilomanía, presentan una alteración en las áreas que están involucradas en la formación de ciertos hábitos y en las áreas de gratificación.
Sin embargo, también hay que tener presente, que este trastorno comúnmente se manifiesta junto a otros como la tricofagia (comerse el cabello), la depresión, trastornos de ansiedad o incluso el trastorno Bipolar, el trastorno obsesivo compulsivo o trastornos por abuso de sustancias.
Cabe señalar que muchas veces las personas que padecen de tricotilomanía no consultan a especialistas porque les da vergüenza.
Ahora bien, se ha visualizado, según investigaciones, que aproximadamente un 14% de las personas que lo padece, tiene una remisión del trastorno sin ningún tipo de tratamiento. Si el tratamiento se inicia, el 50% se ha visto que tienen una disminución importante de los síntomas.
Para poder evaluar el mejor tratamiento para la persona, se debe analizar la severidad del trastorno, cómo ha sido el curso de éste en la persona y la presencia de comorbilidades (es decir, la presencia de otras enfermedades/trastornos).
En general, si el trastorno tiene un nivel de leve a moderado, se puede intentar inicialmente solo con psicoterapia y, si no se aprecia una respuesta al tratamiento, se podría apoyar con algunos fármacos. Las psicoterapias más utilizadas en estos casos son la cognitivo-conductual y la terapia de aceptación y compromiso (ACT por sus siglas en inglés), pero también se requiere trabajar sobre hábitos y nuevas formas de manejo emocional que no implique quitarse el cabello.
Cabe mencionar que no existe evidencia de algún fármaco en específico que tenga una alta eficacia para la tricotilomanía, por lo que muchas veces se utilizan para trabajar otros aspectos como la ansiedad y la depresión.
La prevalencia según las investigaciones de los últimos años, indican que se encontraría entre un 0.2% - 2% a nivel global, aunque se cree que podría ser mayor, esto debido a que muchas personas no consultan por vergüenza.
Si se presenta en la edad adulta, se ha visualizado una mayor presencia en mujeres que en hombres, si se presenta durante la infancia, no existen diferencias por sexo.
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