La alergia al anisakis o anisakiasis es una respuesta de rechazo de nuestro organismo (anafilaxia) al anisakis presente en el pescado.
La anafilaxia es una reacción frente a una determinada sustancia (alérgeno) con la que entramos en contacto principalmente por ingestión, pero también puede darse por contacto o incluso por inhalación.
El anisakis tiene diversas proteínas que son capaces de producir sensibilizaciones alérgicas. Las proteínas de estos parásitos son las que en ciertas personas producen una reacción alérgica (picor, ronchas en la piel, urticaria y angioedema).
Como es una alergia al parásito y no al pescado se debe evitar la ingesta del parásito, para lo cual hay que tener garantías de que el pescado no está contaminado por anisakis.
Los síntomas más frecuentes y ante los cuales se debe acudir al especialista son:
A veces el cuadro es más intenso con bajada de tensión arterial y pérdida de conciencia.
No siempre ocurre de forma inmediata tras comer pescado infestado, pueden pasar horas desde el contacto hasta la aparición de síntomas.
Si la clínica y la asociación de causa efecto (comer pescado y alergia) se han podido comprobar o sospechar, se deben hacer unas pruebas alérgicas en prick test en la piel, lo cual es bastante fiable.
Por otro lado, se realiza un análisis en sangre de IgE específica a anisakis simple, que si es muy alto (> 20 UI/ml) confirma el diagnóstico.
Si es más bajo también puede llegar a confirmarse el diagnóstico de acuerdo con la prueba cutánea y la clínica.
El anisakis puede estar presente en pescados y cefalópodos.
Recomendaciones generales (pescados y cefalópodos) en la dieta:
El pescado congelado y muy cocinado (frito o cocido) no supone ningún riesgo.
Los mariscos crustáceos (langosta, langostino, gamba, etc.) pueden estar igualmente contaminados.
Los mariscos bivalvos (ostra, almeja, mejillón) es muy raro que puedan estar contaminados.
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