El escorbuto se define como la enfermedad derivada del déficit de vitamina C.
Era una enfermedad muy común hace siglos entre marineros tras largas travesías en el mar, por llevar una alimentación pobre en vitamina C debido al bajo consumo de alimentos crudos y frescos.
La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial y necesario para la formación de los diferentes tejidos y colágeno del organismo.
Suelen aparecer tras un periodo de 4-6 meses de bajo consumo de vitamina C al consumirse las reservas existentes en el organismo.
Es una enfermedad que predomina en ciertas regiones de África, Asia y América Latina.
Existen ciertos colectivos de riesgo (crisis de refugiados, crisis de hambrunas y encarcelados).
El déficit produce una síntesis alterada del colágeno y del tejido conectivo dando fundamentalmente alteraciones cutáneas (de la piel).
Además, es frecuente la fragilidad de los vasos sanguíneos llegando a romperse con manifestaciones hemorrágicas.
A mayores, la vitamina C aumenta la absorción de hierro pudiendo empeorar cualquier carencia de hierro.
Los síntomas son fundamentalmente cutáneos:
Existe una forma de especial de escorbuto en la infancia, predominando en niños entre 2 y 12 meses que se alimentan de leches artificiales de calidad inferior. El síntoma característico es el dolor en las piernas.
El diagnóstico se realiza midiendo los valores de ácido ascórbico en sangre.
El tratamiento se realiza mediante la administración de suplementos de ácido ascórbico (vitamina C) y llevando una dieta adecuada en verduras y frutas frescas.
Como prevención, en niños a partir del sexto mes deben comenzar con la alimentación complementaria.
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