¿En qué consiste el hipo?
El hipo es el resultado de una contracción involuntaria y espasmódica del diafragma seguida del cierre de la laringe.
El hipo es uno de los trastornos más comunes en los humanos, aunque también de los más leves ya que no suele durar mucho ni requerir atención médica.
Ocasionalmente, puede producirse un episodio de hipo que dure más de dos días, lo que se conoce como hipo persistente o singulto. Un número muy reducido de personas puede sufrir hipo crónico o intratable que dure más de un mes.
El hipo involucra al diafragma y los músculos que cierran la tráquea. El diafragma es un músculo que separa el tórax y el abdomen responsable de expandir la cavidad torácica para la inhalación.
La contracción del diafragma está controlada por la médula espinal y el cerebro a través de los nervios frénico, vago. Si se produce alguna irritación en dichos nervios puede ocasionar que el diafragma sufra una contracción involuntaria o espasmo atrayendo aire hacia los pulmones y desencadenando un reflejo en los músculos de la garganta haciendo que la tráquea se cierre. Este cierre de la tráquea produce el característico sonido del hipo ("hip")
¿Por qué se produce el hipo?
Los principales actos cotidianos que desencadenan el hipo son:
- Tomar bebidas gaseosas o alcohol
- Comer en exceso
- Comer comida picante
- Cambios rápidos de temperatura
El hipo persistente o crónico puede ser causado por cualquier afección que irrita o dañe los nervios incluyendo:
- Laringitis
- Acidez estomacal (reflujo gastroesofágico)
- Irritación del tímpano (que está inervado por el nervio vago)
- Medicamentos (anestésicos, esteroides, fármacos para el Parkinson, azitromicina, etc.)
- Cirugía
- Tumores
- Infecciones
- Diabetes
El hipo persistente o crónico puede tener su origen en:
- Trastornos del sistema nervioso central (esclerosis múltiple, tumor cerebral, accidente cerebro vascular)
- Lesiones o irritación de los nervios frénico y vago (reflujo gastroesofágico, tumores, laringitis)
- Trastornos tóxicos o metabólicos que afectan el sistema nervioso central o periférico (diabetes, anestesia, esteroides)
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico del hipo crónico puede requerir estudios de imágenes, análisis de sangre, monitoreo de pH en el esófago y otras pruebas adicionales.
¿Cúal es el tratamiento adecuado?
La mayoría de los casos de hipo desaparecen por si solos.
Los remedios caseros que interrumpen el hipo a menudo son efectivos. Los más conocidos son:
- Contener la respiración el mayor tiempo posible
- Respirar en una bolsa de papel
- Tragar una cucharada de azúcar
Para el hipo crónico pueden usarse los siguientes medicamentos:
- Clorpromazina: alivia el hipo crónico en el 80% de los casos.
- Baclofen
- Gabapentina
- Metoclopramida
- Carbamazepina
- Ácido valproico
- Fenobarbital
- Haloperidol
Como último recurso, se puede realizar una cirugía para bloquear el nervio frénico, aunque puede conducir a un deterioro significativo de la respiración.
La acupuntura y algunas técnicas de medicina alternativa como la acupresión puede tener efectos positivos.
¿Cómo puede prevenirse?
Algunos consejos para evitar la aparición del hipo son:
- Beber con moderación
- Evitando alimentos muy calientes
- Evitar duchas frías.
- Evitar beber bebidas carbonatadas a través de una pajita ya que introducen más gas al estómago que cuando se beben de un recipiente.
Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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