La mastitis es una inflamación de la mama, habitualmente de origen infeccioso, que se produce por la penetración de gérmenes en el tejido mamario a través de las grietas o fisuras del pezón.
Otras veces, los gérmenes (normalmente bacterias) llegan a la mama por la sangre, procedentes de una infección en otra localización del organismo de la mujer.
Es más frecuente su aparición durante la lactancia.
La falta de higiene adecuada o la fisuración de la piel de los pezones, especialmente en la lactancia, puede permitir que bacterias normales que viven sobre la piel (estafilococos) penetren en el tejido graso de la mama y proliferen produciendo de esta forma un flemón y absceso que comprime los conductos de salida de la leche de la mama.
De esta forma la mama se hace dolorosa, se pone de color rojo intenso, se produce un calor intenso en la zona y se dificulta la salida de leche.
Hay ciertos factores que favorecen la aparición de la mastitis en la lactancia:
Existe más riesgo de sufrirla si previamente se han tenido más episodios de mastitis.
El factor clave para evitar la mastitis es una lactación adecuada, siendo importante que durante el embarazo y tras el parto, se enseñe correctamente a la madre a realizar correctamente la técnica.
Los principales síntomas de la mastitis son:
La clínica y exploración son típicas y no suele presentar problemas de diagnóstico, lo que hace que no sea necesario realizar estudios complementarios para su diagnóstico, excepto que haya datos de gravedad.
En estos casos puede ser necesario hacer estudios de laboratorio que orienten sobre el estado general de la mujer, además de intentar un cultivo de la leche infectada, para filiar al germen responsable y poner un tratamiento antibiótico dirigido por el antibiograma que evite las resistencias.
El tratamiento recomendado consiste en las siguientes medidas:
Si el cuadro no mejora o aparece fiebre muy elevada con escalofríos o afectación general: mareos, cansancio extremo, alteración del estado mental, dificultad respiratoria, etc. se debe acudir a urgencias de un hospital para valorar el ingreso. En estos casos, será necesario el tratamiento antibiótico por vía intravenosa, valorando el drenaje quirúrgico de la mama afectada.