¿Qué es la psitacosis?
La psitacosis es una neumonía infecciosa atípica causada por Chlamydia psittaci y transmitida por ciertos pájaros.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
Las especies de Chlamydia causantes de psitacosis se encuentran sobre todo en pájaros de la subfamilia psitacinos (loros y periquitos o cotorritas).
Con menor frecuencia puede aparecer en aves de corral, palomas y canarios (recibiendo el nombre de ornitosis) y de forma esporádica, también en la garceta blanca o grande y en algunas aves marinas (p. ej., gaviota arenquera, petreles y fulmares).
En general, el hombre adquiere la infección por inhalación del polvillo del plumaje o de las excreciones de los pájaros infectados; también puede transmitirse por la picadura de un pájaro infectado y, aunque rara vez, por la inhalación de gotitas emitidas por enfermos infectados al toser.
El modo de transmisión interhumano suele asociarse a cepas aviares altamente virulentas; la enfermedad puede también transmitirse de forma venérea.
Al igual que en otras neumonías "atípicas primarias" las lesiones son las propias de una neumonitis, con exudado formado sobre todo por células mononucleadas.
¿Cuáles son los síntomas de la psitacosis?
Tras un período de incubación de 1 a 3 semanas, aparecen en forma brusca o insidiosa fiebre, escalofríos, malestar general y anorexia.
La temperatura aumenta de forma gradual y aparece tos, al principio seca pero luego mucopurulenta (con moco y pus).
Durante la primera semana, en la radiografía de tórax se aprecia una neumonitis originada en el hilio pulmonar y, a veces, signos de lesiones migratorias.
Durante la segunda semana se observa ya neumonía, a veces con signos de franca consolidación pulmonar y de sobreinfección secundaria purulenta.
La temperatura permanece elevada durante 2 o 3 semanas y luego va remitiendo lentamente.
Dependiendo de la edad del paciente y de la extensión de la neumonía, su evolución puede ser leve o grave. Constituye un signo especialmente grave el aumento acusado y progresivo de la frecuencia del pulso y de la frecuencia respiratoria.
En los casos graves no tratados se han comprobado tasas de mortalidad de hasta el 30 %, que pueden ser incluso más elevadas con cepas más virulentas.
La convalecencia suele ser gradual y a veces larga, sobre todo en los casos más graves.
¿Cómo se puede detectar?
El diagnóstico diferencial con otras neumonías atípicas reviste cierta dificultad.
En las primeras fases, la enfermedad puede confundirse con gripe, fiebre tifoidea, neumonía por micoplasma, enfermedad del legionario o fiebre Q.
El diagnóstico puede sospecharse por el antecedente de contacto con pájaros y confirmarse aislando el agente causal o mediante las pruebas serológicas de FC (Fijación de complemento).
¿Qué precauciones debemos tomar?
Deben evitarse la manipulación de pájaros enfermos y, en los casos de criadores de palomas, el contacto con las infectadas (p. ej., palomas mensajeras o de carreras) y con su plumaje o los contenidos de las jaulas.
La diseminación de la enfermedad a partir de pájaros psitacinos de importación se controla con un tratamiento obligatorio de 45 días a base de comida suplementada con tetraciclina; así se consigue a menudo, pero no siempre, eliminar los microorganismos causales presentes en las heces y la sangre de los pájaros infectados.
Esta medida puede aplicarse también para controlar la enfermedad en los pavos destinados a la industria alimentaria.
Dado que el esputo y las gotitas emitidas con la tos son también contagiosas para otras personas (por inhalación), ante toda sospecha clínica de psitacosis o, incluso, cuando existan bases epidemiológicas que lo sugieran (exposición a posibles fuentes contagiosas), debe someterse al enfermo a un estricto período de aislamiento.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Para tratar la enfermedad es eficaz la tetraciclina, en dosis de 1 o 2 gramos por día en tomas fraccionadas cada 6 horas.
Con este tratamiento suele controlarse la fiebre y el resto de la sintomatología en menos de 48 o 72 horas, pero los antibióticos deben mantenerse como mínimo durante 10 días.
También están indicados el reposo estricto en cama, oxigenoterapia (cuando resulte oportuno) y la administración de antitusígenos (codeína a dosis de 15 mg cada 3 o 4 horas).
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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