La salpingitis es la infección de las trompas de Falopio, conductos que conducen el óvulo hasta el útero en el aparato reproductor femenino.
Cuando se produce conjuntamente con la inflamación de los ovarios (ovaritis u ooforitis) se llama salpingooforitis o anexitis. Si además de ambas hay inflamación del útero se denomina enfermedad inflamatoria pélvica (inflamación del útero, ovarios y trompas de Falopio).
La salpingitis constituye una de las infecciones más frecuentes en las mujeres fértiles, principalmente en menores de 25 años sexualmente activas.
Según su evolución clínica la salpingitis se puede clasificar en aguda (mucha sintomatología en pocas horas) o crónica (sintomatología larvada que en ocasiones se exacerba).
En ocasiones la salpingitis crónica puede ser asintomática y se diagnóstica tardíamente, cuando ya existen alteraciones irreversibles en las trompas de Falopio.
La salpingitis normalmente se produce por la infección de las trompas por parte de microorganismos que se adquieren vía sexual. Los gérmenes más comunes son la Chlamydia Trachomatis o la Neisseria Gonorrhaeae causantes de enfermedades de transmisión sexual.
Además, las trompas se pueden infectar por gérmenes que llegan a la zona como consecuencia de procedimientos médicos o quirúrgicos (como el parto, la implantación del DIU o duchas vaginales)
Los síntomas son muy variados, y en ocasiones no hay ningún síntoma (asintomático). Cuando hay síntomas estos pueden ser:
Las principales complicaciones de la enfermedad son:
El diagnostico se realiza por exclusión. Primero el proveedor de salud le hará un examen pélvico completo. En este se explora sobretodo si hay dolor a la movilidad del útero o del cérvix, ya que es frecuente en esta enfermedad.
Además, el profesional le puede solicitar:
El tratamiento básico inicial son antibióticos a nivel ambulatorio vía oral. Si no hay respuesta a este tratamiento o existen factores de riesgo el tratamiento antibiótico se debe realizar a nivel hospitalario vía endovenosa.
Los posibles factores de riesgo que pueden complicar la evolución de la enfermedad son el embarazo, intolerancia vía oral del antibiótico, casos de enfermedad severa o asociación con otras enfermedades.
Finalmente se realiza cirugía en casos muy severos dónde el estado de la paciente empeora mucho.
El uso del preservativo es el método más importante para prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
Además, si la paciente tiene pareja, se recomienda tratarla también con antibióticos para prevenir futuras reinfecciones.