El sangrado vaginal, sangrado intermenstrual o metrorragia es aquel sangrado vaginal de cantidad variable que se produce entre los ciclos menstruales normales.
El sangrado vaginal es parte normal de la menstruación. Sin embargo, también puede indicar una serie de problemas médicos y ginecológicos.
Además del sangrado intermenstrual, otra forma frecuente de sangrado vaginal anormal muy común es la presencia del sangrado menstrual excesivo conocido como hemorragia uterina anormal.
También existe un tipo especial de sangrado denominado spotting cuando las pérdidas entre dos menstruaciones son mínimas de tipo goteo.
En todos los casos, si se afecta la calidad de vida de la mujer, es imprescindible conocer su causa y tratarla.
Entre las causas más frecuentes que pueden provocar un sangrado vaginal anormal están:
A veces, en una misma mujer se pueden presentar varias causas diferentes de sangrado vaginal anormal que se suman.
Las alteraciones del sangrado vaginal más comunes se resumen en la siguiente tabla:
Característica alterada en el sangrado | Nombre de la alteración |
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Frecuencia | |
Amenorrea: ausencia del periodo. | Polimenorrea: ciclos de menos de 24 días o adelanto de más de cinco días en la aparición del sangrado menstrual.
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Oligomenorrea: ciclos de más de 38 días o retraso de más de cinco días en el inicio de la menstruación.
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Volumen | |
Hipermenorrea o menorragia: aumento considerable en la cantidad del sangrado menstrual habitual. Tiene varias causas, algunas hormonales y otras estructurales del útero como los miomas uterinos. | |
Hipomenorrea: disminución marcada en la cantidad habitual del sangrado menstrual. Puede deberse a factores orgánicos (el útero es muy pequeño de tamaño o reducido luego de una cirugía). | |
Regularidad | |
Reglas que se inician intensas: se presentan en las lesiones que sangran por sí mismas y que habitualmente se originan dentro del útero como los miomas. | |
Nictomenorrea: la menstruación con predominio nocturno. Se ha considerado como síntoma de cáncer de útero, en especial de endometrio. | |
Sangrado menstrual con curso interrumpido: sangrado que aparece, desaparece y reaparece días después por alguna alteración hormonal. |
La hemorragia uterina anormal (hipermenorrea o menorragia) es el tipo de sangrado vaginal que más afecta la salud y vida cotidiana de la mujer y la que más motiva la consulta al médico.
Los principales tipos son:
Cualquier sangrado vaginal alterado tanto en su frecuencia, volumen o regularidad se puede diagnosticar como anormal.
Por lo general, es el médico quien lo decide, pero la alteración en la vida cotidiana de la mujer debe considerarse muy relevante.
El diagnóstico de la hemorragia uterina anormal se hace tras un interrogatorio y examen ginecológico exhaustivos.
En general, el ciclo menstrual normal conlleva un sangrado que dura de dos a siete días, ocasiona una pérdida de sangre de máximo 80 ml y se presenta cada 28 días normalmente.
Aunque el volumen del sangrado es difícil de calcular, se puede contar el número de compresas (toallas higiénicas o apósitos) o tampones que la mujer necesita durante cada periodo: el número máximo es diez a quince (depende del tamaño) compresas o tampones por periodo menstrual.
También se considera signo de sangrado importante la necesidad de cambiar la compresa o tampón antes de una hora de colocados.
Si no se puede hacer este cálculo, y se sospecha que el sangrado es excesivo, se hace un análisis de laboratorio: se toma una muestra de sangre antes y después del periodo y se comparan.
Si se evidencian una baja importante de la hemoglobina, el hematocrito, el recuento de glóbulos rojos o la sideremia (hierro en la sangre) después del sangrado, se diagnostica como sangrado uterino anormal por exceso o hemorragia uterina anormal.
Estos hallazgos configuran una anemia ferropénica (por baja de hierro).
Por lo general, para el diagnóstico de la causa se hacen otros exámenes complementarios. Los principales son:
Una de las causas más comunes de la metrorragia es por efecto secundario de los anticonceptivos hormonales orales.
El sangrado intermenstrual (metrorragia) y el spotting (goteo) durante los primeros ciclos de uso de anticonceptivos de microdosis (dosis menor a la usual) es un evento común que no debe ser motivo de alarma.
Es debido a que al administrar los anticonceptivos a bajas dosis (diseñados para aminorar los efectos secundarios y aumentar al máximo la seguridad) no se alcanza un completo control del ciclo.
En cualquier caso, estos desórdenes suelen ir desapareciendo con el uso, es decir, con el paso de los ciclos.
Un factor de riesgo es el tabaco. Las mujeres fumadoras experimentan entre 20 y 90% más goteo y sangrado intermenstrual que las no fumadoras.
El tratamiento, en especial de las hemorragias uterinas anormales una vez descartado el embarazo, va dirigido a detener el sangrado, evitar que vuelva a ocurrir haciendo regular el ciclo menstrual y tratar la anemia si la hay.
Existen tratamientos hormonales, no hormonales y cirugías. La más radical es la resección del útero (histerectomía).
La elección del tipo de tratamiento, además de la causa del sangrado, dependerá de si la mujer desea o no tener hijos en el futuro, por lo que debe ser decidida en conjunto con el ginecólogo.
El sangrado vaginal fuera de la menstruación requiere consulta médica inmediata, especialmente si se está embarazada o existe la sospecha de estarlo.
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