El sangrado nasal es muy frecuente y las causas más comunes son el trauma nasal, las rinitis (incluidas las alérgicas), o la respiración de aire excesivamente seco. Una gran cantidad de sangrados nasales ocurre sin razón aparente.
La mayor parte de los sangrados nasales proceden del tabique nasal y generalmente son muy fáciles de parar. En algunas personas los sangrados nasales proceden de áreas más profundas de la nariz, y estos sangrados, que son menos frecuentes, son mucho más difíciles de cortar.
Sentarse o quedarse de pie, lo que favorece el ralentizar el flujo de sangre hacia las venas de la nariz. No echar la cabeza hacia atrás.
Si el sangrado no para en 10 ó 15 minutos, buscar rápidamente asistencia médica.