El síndrome de Tietze o costocondritis es es un proceso inflamatorio de la articulación que une las costillas con el esternón (unión condrosternal) y los tejidos blandos que lo rodean.
Su inicio puede ser insidioso o agudo. En este último caso puede plantear problemas de diagnóstico con el que provoca la cardiopatía isquémica.
Los principales síntomas que se suelen presentar son:
No es una enfermedad grave, ya que cede espontáneamente en unas semanas (en pocos casos se dan recurrencias posteriormente), pero el cuadro de dolor que produce, como puede asemejarse al dolor de origen coronario (angina de pecho o infarto de miocardio), hace que a veces lo simule y confunda en el diagnóstico.
La causa de la costocondritis es desconocida, y se ha especulado con un origen vírico. Afecta predominantemente a adultos de 20 a 40 años sin preferencia por el sexo.
No existe una prueba específica para su diagnóstico (la radiografía suele ser normal), más que descartar otros problemas que puedan producir una clínica secundaria (de ahí el problema que ocasiona si simula un cuadro coronario), y llegar al diagnóstico por descarte de otras enfermedades.
Entre las enfermedades a descartar destacan
En algunos casos en los que el diagnóstico se resiste, el realizar un TAC o una gammagrafía ósea acaba dando el diagnóstico.
Analíticamente puede comprobarse un aumento de la VSG (velocidad de sedimentación), pero por lo general no se observan alteraciones.
El tratamiento del sindrome de Tietze es reposo relativo, frío local y antinflamatorios no esteroideos (AINEs).
La duración del proceso oscila, por lo general, entre una semana y 2 meses.
En casos resistentes debe recurrirse a la infiltración local de antinflamatorios o de glucocorticoides. En los casos excepcionales en los que no se produzca mejoría podría llegar a tener que extirparse quirúrgicamente, pero esto es excepcional.