Los estudios fueron realizados en respuesta a molestias en ambientes interiores. Los contaminantes más comunes son:
Desde los años sesenta se ha venido intentando evitar pérdidas de energía, mejorando el aislamiento de los edificios, con disminución del intercambio de aire, y construyéndolos sin ventanas practicables. Son edificios herméticamente cerrados.
La relación del aumento de los contaminantes ambientales interiores con la falta de ventilación de los edificios es lo que, en principio, parece causar el síndrome del edificio enfermo o fatiga crónica.
Promedio de horas de permanencia de un individuo durante el día:
Localización | Horas | % del total |
Domicilio | 14,4 | 60% |
Trabajo | 5,9 | 25% |
Desplazamientos | 1,45 | 6% |
Aire libre | 0,5 | 2% |
Interior otras estructuras | 1,7 | 7% |
En estos caso el patrón de los síntomas de los pacientes es uniforme, dependiendo del agente causante.
Sin agente etiológico específicoEn estos caso el patrón de los síntomas de los pacientes es inespecífico y variable, sin poder relacionar los síntomas con agentes tóxicos o contaminantes ambientales conocidos.
En este caso se habla del "síndrome del edificio enfermo".
Los síntomas más frecuentes referidos por los pacientes son:
Al intentar relacionar los síntomas con agentes del ambiente de los edificios donde se encontraban más pacientes se encuentran:
En ningún caso la presencia de estos productos se pudo relacionar con los síntomas.
En un estudio epidemiológico se pudo observar que la mayoría son mujeres; más en oficinistas y secretarias y menos en personal técnico y profesionales liberales, y menos aún entre los directivos.
Sí apareció en este estudio que los edificios con sistemas de ventilación abiertos eran más sanos que los de aire reciclado. Además, tanto el calentamiento como la refrigeración del aire eran también un factor de riesgo.
Al asociar los síntomas con el nivel de estrés se vio una relación clara y se pensó más en un cuadro psicógeno que real, pero se ha ido comprobando que los irritantes químicos, microbianos, físicos, y psicológicos es lo que lleva, indirectamente, al estrés, por su incidencia negativa en la capacidad laboral, y no al revés. Todos estos condicionantes conducen a cierto grado de falta de defensas a procesos banales virales que producen la sintomatología diversa en cada paciente.
La susceptibilidad previa se desconoce, pero si parece claro que los síntomas aumentan con el tiempo así como la susceptibilidad a presentarlos, y no hay tratamientos médicos eficaces hasta la fecha más que la exclusión de ambientes cerrados.
Se han intentado estímulos de la inmunidad con interferón, vacunas anticatarrales, antialérgicos, antidepresivos, etc., con resultados desalentadores.
Los factores predisponentes son: