
¿Qué es el ántrax?
El ántrax es una enfermedad infecciosa aguda causada por el Bacillus anthracis, que es una bacteria que puede transmitirse en forma de esporas por el aire.
Estas esporas pueden permanecer inactivas durante años y normalmente afectan a animales herbívoros, salvajes y domésticos, tales como terneros, cabras, ovejas, camellos, antílopes y otros, pero también puede afectar al hombre por contacto con animales infectados o con tejidos provenientes de animales infectados (carne o cuero).
Aunque es poco frecuente, podría ser posible la transmisión de persona a persona, especialmente en caso de haber una herida en la piel.
Las esporas del Bacillus anthracis pueden ser producidas en grandes cantidades con conocimientos básicos de biología y almacenadas por décadas sin perder su potencial. Además, pueden ser fácilmente esparcidas en el aire por medio de misiles, cohetes, bombas, artillería y hasta aerosoles, por lo que se considera dentro de las posibles armas bacteriológicas.
¿Cuáles son los síntomas del ántrax?
Los síntomas del ántrax pueden ser variables dependiendo de la vía de contagio:
- Si las esporas entran al huésped por la piel a través de una herida (ántrax cutáneo), la infección comienza como una picadura de insecto, transformándose luego en una vesícula y finalmente en una úlcera indolora de unos 3 cm de diámetro con tejido muerto en su interior. Se puede tratar con antibióticos y raramente es mortal.
- Si la vía de contagio es a través de espora inhaladas o respiradas (ántrax inhalado) los síntomas comienzan como un resfriado común y luego se afecta la respiración con la aparición rápida de hipoxia (bajo nivel de oxígeno en la sangre) y disnea (dificultad para respirar). Además, hay temperatura alta. Esta forma de enfermedad es generalmente mortal.
- En la vía de contagio por carne contaminada (ántrax intestinal) se produce una aguda inflamación del tracto intestinal, náuseas, vómitos con sangre, fiebre y diarrea. Entre el 25 y 60 % de estos casos son mortales.
- En el raro caso de que se trate de contagio por una aguja hipodérmica, como ocurre con el uso de algunas drogas ilegales (ántrax por inyección), se presenta enrojecimiento de la piel, gran inflamación y un fallo rápido de varios órganos.
Más raramente puede presentarse con la aparición aguda de fiebre alta, posiblemente con convulsiones y pérdida de la conciencia además de signos y síntomas meníngeos (signos de infección cerebral o meningitis).
¿Cómo se evalúan los casos de ántrax?
Los casos de ántrax se pueden evaluar como:
- Caso Presunto: Caso que es compatible con la descripción clínica y tiene un enlace epidemiológico con casos confirmados o presuntos en animales o con productos de origen animal contaminados.
- Caso Probable: Caso presunto que tiene una reacción positiva a la prueba alérgica cutánea (en personas sin vacunar).
- Caso Confirmado: Caso presunto que es confirmado con pruebas de laboratorio.
¿Cómo se diagnostica el ántrax?
Se puede sospechar el diagnóstico de ántrax cuando se observan los síntomas en personas con alto riesgo de exposición a las esporas como:
- Personas que trabajen con carne, piel o lana.
- Médicos veterinarios en contacto con ganado.
- Cazadores o personas que manipulen animales de caza.
- Trabajadores de laboratorio que manipulen el bacilo.
- Militares en zonas de alto riesgo de ántrax.
- Usuarios de heroína intravenosa.
El diagnóstico definitivo se puede hacer mediante pruebas de laboratorio en donde se aísla el Bacillus anthracis en la sangre, lesiones o exudados de un caso presunto.
Se realiza una comprobación de la presencia de Bacillus anthracis en una muestra mediante el examen microscópico de frotis teñidos de líquido vesicular, sangre, líquido cefalorraquídeo, líquido pleural, heces, etc.
También se realiza la detección de anticuerpos anti-Bacillus anthracis mediante la serología positiva (ELISA, Western Blot, detección de toxinas, ensayo cromatográfico, prueba de anticuerpos fluorescentes, RCP).
¿Cuál es el tratamiento recomendado para el ántrax?
Ante la sospecha de ántrax, se iniciará el tratamiento lo más rápido posible.
El antibiótico de elección es el Ciprofloxacino a dosis de 400 mg vía endovenosa, o el Levofloxacino.
La alternativa es la penicilina G, que debe administrarse lo más precozmente posible, en dosis de 2-3 millones de unidades, cada 4-6 horas, al menos durante 7 días. Si el cuadro es grave o se trata de localizaciones no cutáneas, las dosis deben llegar a 20-24 millones de unidades, por vía intravenosa, durante 10-15 días, según la evolución.
Cuando la infección está avanzada y es probable que los antibióticos ya no funcionen, se utilizan además sustancias que neutralizan y eliminan las toxinas del ántrax como los anticuerpos monoclonales (raxibacumab y obiltoxaximab) y la inmunoglobulina del ántrax.
En casos de ántrax por inyección se puede extirpar quirúrgicamente la zona de la piel infectada y, en casos de enfermedad grave por cualquier causa, será necesario el ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI) para dar soporte respiratorio y circulatorio.
¿Cómo se puede prevenir el ántrax?
Las mejores medidas para la prevención de la enfermedad en los individuos expuestos son la protección de piel y mucosas y la vacunación. Es importante el uso de guantes y mascarillas, para lo cual se requiere una educación sanitaria.
Es fundamental también evitar consumir carne poco cocida en zonas de riesgo de la enfermedad.
En personas expuestas a las esporas, pero que no presentan síntomas hay tres alternativas de prevención:
- Antibióticos: se utiliza durante 60 días el ciprofloxacino oral, la doxiciclina oral o el levofloxacino.
- Antitoxinas: se utilizan los anticuerpos monoclonales raxibacumab y obiltoxaximab.
- Vacuna: realizada con el antígeno protector purificado, requiere tres inyecciones subcutáneas de 0,5 ml con 2 semanas de intervalo, y una dosis de recuerdo anual. No está disponible para la población general. Solo se utiliza en personas de muy alto riesgo de contagio como militares o investigadores científicos.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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