
Introducción
El suicidio es una forma de muerte autoinfligida que ocurre con mayor frecuencia en la adolescencia y desde la mediana edad hasta la vejez.
El suicidio en la adolescencia representa una experiencia trágica para cualquier sociedad causando un profundo impacto emocional en la familia, amigos, compañeros y comunidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la tercera causa de muerte entre los 15 y los 29 años.
Un intento de suicidio consiste en hacerse daño a sí mismo con la intención de matarse. Muchos adolescentes sufren ideas suicidas, pensamientos de matarse uno mismo, pero muchas veces sin un plan elaborado para efectuar un intento de suicidio.
Se estima que un 12% de los adolescentes tienen ideas suicidas, pero solo un 4% llegan a realizar intentos de suicidio, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
Factores de riesgo
Existen múltiples factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar pensamientos suicidas, los cuales pueden derivar en intentos de suicidio. Entre ellos se encuentran:
- Trastornos mentales
- Factores psicosociales
- Rupturas sentimentales.
- Fracasos académicos.
- Conflictos familiares (relaciones deterioradas, control excesivo de los padres, pérdida de un progenitor, etc.).
- Abuso de drogas o alcohol.
- Antecedentes de trauma infantil (sexual, emocional, físico).
- Sufrir acoso escolar, discriminación o agresiones.
- Problemas financieros.
- Pertenencia a grupos vulnerables y discriminados.
Prevención del suicidio
La prevención del suicidio es un desafío complejo, ya que no siempre es fácil identificar a los adolescentes en riesgo.
Para la prevención del suicidio el objetivo utópico es crear un mundo más justo, más inclusivo y una sociedad más humana. La prevención del suicidio no debe considerarse por tanto únicamente un objetivo médico. Debe ser un aspiración política, social y familiar.
Algunas medidas preventivas adoptadas en distintos países incluyen:
- Prohibición de plaguicidas altamente peligrosos (responsables de una quinta parte de los suicidios en el mundo).
- Restricción del acceso a armas de fuego y ciertos medicamentos.
- Instalación de barreras en lugares de alto riesgo (puentes, acantilados, vías de tren, etc.).
- Programas educativos en escuelas con la participación de docentes, alumnos y familias (por ejemplo, iniciativas contra el acoso escolar).
- Colaboración con los medios de comunicación para un tratamiento responsable del tema.
Abordaje de los intentos suicidas
El apoyo a los adolescentes con intentos suicidas debe enfocarse en brindarles un sentido de pertenencia dentro de su comunidad y de la sociedad. Es esencial comprender su experiencia y contexto para guiarlos de la desesperación y la autodestrucción hacia la esperanza.
Desde un enfoque clínico, el objetivo principal es garantizar su seguridad mientras se trabaja en la gestión emocional, reduciendo la impulsividad y el riesgo de autolesión.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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