Constantemente siento que tengo flema en la garganta y en el pecho ¿Qué puedo tener y a qué médico debo acudir?

No me especifica cuanto tiempo lleva con los síntomas, si son continuos o existen periodos de remisión, si los ha asociado con alguna circunstancia ambiental o laboral... Sería necesario hacer una exploración física adecuada y una anamnesis (historial clínico) para poder hacer un diagnóstico preciso, pero intentaré darle una orientación general.

Los síntomas que refiere parecen localizarse a dos niveles.

1.-La molestia en la garganta, con flemas y ruido al respirar hacen pensar en una patología a nivel de la laringe. Es frecuente que las laringitis crónicas causen sensación de cuerpo extraño en la garganta, frecuentemente asociada a mucosidad o flemas. Las flemas blancas son más habituales en casos crónicos, mientras que las flemas purulentas (amarillas, verdes, herrumbrosas) sugieren la presencia de una infección asociada, frecuentemente bacteriana.

En caso de que se asocie a una faringitis suele haber síntomas asociados con molestias de la deglución (dolor o sensación de ocupación al tragar). Las laringitis crónicas a menudo cursan con trastornos de la voz como ronquera y disfonía (cambio en el tono de voz) y ocasionalmente episodios de afonía.

Las causas más comunes son las irritativas, ocupando el tabaco el primer lugar. En no fumadores activos puede deberse a tabaquismo pasivo, esfuerzos de voz, irritantes ambientales (polución atmosférica, inhalación de humos, pinturas o disolventes), alergias ambientales (polen, ácaros), laringitis seca... El especialista adecuado es el otorrinolaringólogo.

2.-La sensación de flemas en el pecho, con tos (expectoración) y sensación de catarro frecuente o permanente suele producirse en patologías de vía aérea baja, tipo bronquitis. Las bronquitis agudas son casi siempre infecciosas. Los procesos bronquiales crónicos tienen causas más variadas, aunque las más frecuentes son la bronquitis crónica y el asma. La bronquitis crónica se define en términos clínicos por tos y expectoración durante más de 3 meses al año durante al menos 2 años consecutivos. Las infecciones bronquiales agudas concomitantes pueden reagudizar una bronquitis crónica preexistente.

Entre los factores de riesgo claramente asociados a la bronquitis crónica destaca el tabaquismo. En personas no fumadoras activas, como es su caso, puede haber otros factores asociados, como el tabaquismo pasivo, la exposición laboral (trabajadores expuestos a polvo de origen mineral, como minas de carbón y oro, fundiciones, polvos de origen vegetal como cereales, algodón), la contaminación atmosférica (el papel de la contaminación es difícil de establecer en la actualidad aunque parece existir una mayor prevalencia de síntomas respiratorios y bronquitis crónica en habitantes de zonas muy contaminadas) y la hiperreactividad bronquial y atopia (alergia).

El asma bronquial se caracteriza por la aparición de episodios de dificultad respiratoria debidos a broncoespasmo, causado por la contracción de la musculatura bronquial y por la aparición de edema en la mucosa bronquial, lo que causa dificultad para el paso del aire. Puede tener en muchos casos un componente alérgico importante, frecuentemente a pólenes, polvo y ácaros. En casos de infecciones bronquiales asociadas o la exposición a irritantes ambientales (aire frío, niebla, humos, pinturas, tabaco) pueden producirse episodios agudos de empeoramiento. A diferencia de la bronquitis crónica, en muchos casos de asma pueden conseguirse periodos de remisión de síntomas entre los episodios agudos. El especialista más adecuado en caso de sospecharse una patología bronquial crónica es el neumólogo (aparato respiratorio).