Mi esposa tiene miomas de 7 cm en el útero. ¿Hay posibilidad de extirpar o desaparecer este tumor con medicamentos sin necesidad de operación?
El mioma es un tumor benigno del músculo del útero, que crece dependiente de los estrógenos y produce diferentes problemas, como los sangrados intermenstruales, reglas abundantes, y además puede ser una causa de infertilidad, sobre todo en miomas grandes. Son muy comunes, calculándose que los pueden padecer hasta un 30 % de las mujeres mayores de 40 años.
Más de un tercio de los miomas no dan síntomas. Los síntomas iniciales pueden ser cualquiera de los siguientes: sensación de plenitud o presión en el bajo abdomen, hemorragia o flujo no relacionados con la menstruación, dificultad o dolor al orinar, dolor en el área de la pelvis, aumento del perímetro (tamaño) abdominal.
Para que se produzca problemas el mioma debe ser submucoso, o intramural con un considerable compromiso de la cavidad uterina. Cuanto más profundamente en la pared uterina se encuentre un mioma, mayor es la probabilidad que cause complicaciones.
Las opciones de tratamiento quirúrgico son la miomectomía (quitar solo el mioma respetando el útero) mediante laparoscopia en los intramurales y subserosos, e histeroscopia en los submucosos, y la histerectomía (quitar todo el útero).
La miomectomía por histeroscopia se suele realizar en miomas con tamaño menor de 5 cm, y la laparoscópica si son menores de 7 cm, pero la decisión definitiva siempre es individualizada para cada paciente.
En general, la histerectomía, una operación en la cual se extrae todo el útero, es necesaria cuando el mioma es múltiple, poco accesible, o cuando la conservación del útero no es imprescindible (después de la menopausia, por ejemplo).
En la actualidad la cirugía laparoscópica está reemplazando a la cirugía convencional dadas sus ventajas en la recuperación postoperatoria, mínima invasión, rápida recuperación, y mínimas inciciones (menos cicatrices). En la cirugía laparoscópica mediante pequeñas incisiones se introducen trócares o cilindros de entre 0.5 a 10 milímetros con instrumental especial en su punta, que permiten la visualización y la extirpación de los fibromas.
Tratamiento médico:
- Con medicamentos, que incluyen antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), píldoras anticonceptivas y tratamiento hormonal puede controlarse el crecimiento y los síntomas de algunos miomas.
- Embolización uterina: es un nuevo tratamiento no quirúrgico que lleva a la retracción y disminución de tamaño de los fibromas. El procedimiento es realizado por radiólogos cirujanos intervencionistas y consiste en la punción de la arteria femoral (a la altura de la ingle), y posterior embolización (oclusión) de ambas arterias uterinas, bajo control radioscópico, inyectando partículas de alcohol polivinílico gelificado, del tamaño de un grano de arena. Estas partículas se dirigen en primer lugar hacia los fibromas, donde se adhieren, no pudiendo viajar a otra parte del organismo (los fibromas actúan como una esponja, absorbiéndolos). Como resultado de la restricción de flujo, los fibromas comienzan a disminuir de tamaño, por necrosis (muerte de tejido).
No se elimina totalmente el mioma, y sus resultados están en evaluación actualmente aunque sus resultados iniciales parecen prometedores.
