¿Qué es la deshidratación?
La deshidratación se describe como la falta de líquidos corporales en cantidad adecuada para que el cuerpo lleve a cabo sus funciones a nivel óptimo.
Es la principal complicación de dolencias agudas como la diarrea, el vómito y la fiebre y su tratamiento rápido y eficaz es fundamental para preservar la vida, especialmente de los niños pequeños.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
Puede ocurrir por pérdidas de líquidos, falta de consumo de los mismos, o ambas situaciones conjuntamente.
- Deshidratación por pérdidas
- Deshidratación por falta de aporte
- Náuseas que impiden comer o beber
- Dolor en la boca. Por ejemplo, en la estomatitis (inflamación del interior de la boca) o la faringitis (inflamación de la garganta)
- Enfermedad aguda con pérdida de apetito. Es mucho más importante en niños y enfermos graves y con fiebre que rechazan los líquidos.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?
Los principales síntomas de la deshidratación son:
- Mucha sed (en casos graves, la persona bebe muy poco o no recibe líquidos).
- Ojos hundidos.
- Irritabilidad.
- Lengua y mucosas de la boca secas o pegajosas.
- Fontanelas (partes blandas de la cabeza) hundidas en los bebés menores de dos años.
- Retorno lento o signo del pliegue: A la piel le falta su elasticidad normal y si uno la pellizca se demora dos o más segundos en volver a la normalidad.
- Somnolencia o pérdida del conocimiento en casos graves.
¿Cómo se puede detectar?
La Organización Mundial de la salud recomienda realizar el diagnóstico del grado de deshidratación de acuerdo con los signos y síntomas del paciente para determinar el tratamiento.
Existen tres grados:
- Grave: Se presentan por lo menos dos de los siguientes signos: somnolencia o pérdida de conocimiento, ojos hundidos, el paciente no bebe o bebe poco y retorno lento.
- Moderada: Se presentan por lo menos dos de los siguientes signos: irritabilidad, ojos hundidos, bebe con ganas / tiene sed.
- Ausencia de deshidratación: No hay deshidratación grave ni moderada.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El mejor tratamiento es la prevención de las deshidrataciones moderada y severa.
Si todavía no hay signos de deshidratación moderada, se deben continuar los alimentos que el paciente tolere. En especial, es importante no suspender la lactancia materna.
Si hay diarrea líquida abundante se debe ofrecer soluciones comerciales de rehidratación que pueden venir en polvo para diluir en agua o ya preparadas.
El suero de rehidratación oral casero ideal debe contener sales y azúcares en proporción similar a las soluciones de rehidratación comerciales. Una forma de fácil preparación sería: un litro de agua limpia a la que se agrega una cucharadita rasa de sal de mesa y cuatro cucharaditas rasas de azúcar de mesa.
SIEMPRE se deben evitar los líquidos con exceso de azúcar y bajos en sodio como las bebidas para deportistas, bebidas gaseosas u otras bebidas comerciales similares, ya que empeoran la pérdida de líquidos.
Deshidratación moderada:
Lo ideal es que el tratamiento se suministre en un centro de atención médica.
Por lo general se comenzará a dar a beber cierta cantidad específica de suero de rehidratación oral cada cinco minutos durante un tiempo de observación que puede ir entre cuatro y doce horas, momento en el cual se decidirá una hospitalización o dar el alta con recomendaciones específicas de cómo continuar la terapia de rehidratación oral.
Deshidratación grave:
Precisa líquidos intravenosos administrados en un centro hospitalario.
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
El reconocimiento y tratamiento precoces de la deshidratación lleva a un restablecimiento rápido. La deshidratación grave no tratada puede terminar en convulsiones, daño cerebral permanente o muerte.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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