La deshidratación se describe como la falta de líquidos corporales adecuada para que el cuerpo lleve a cabo sus funciones a nivel óptimo. Puede ocurrir por pérdidas de líquidos, falta de ingesta, o ambas situaciones juntas.
1. Deshidratación por pérdidas. Puede ocurrir en situaciones de:
2. Deshidratación por falta de aporte. Puede ocurrir en situaciones de:
Las pérdidas de hasta 5 % se consideran leves; hasta el 10 %, moderadas; y hasta el 15 %, severas. La deshidratación severa puede llevar al colapso cardiovascular (o shock) y a la muerte, si no se trata rápidamente.
Examen físico. Suele haber tensión arterial baja y pulso rápido (taquicardia).
Analítica
. Puede haber alteraciones en los iones (electrolitos) de la sangre, aumentos en la urea y la creatinina del plasma (por la postura defensiva del riñón ante la deshidratación), y acidosis (aumento del CO2 en sangre).La deshidratación leve se trata con reposición oral de líquidos y sales (iones), utilizando cuando es posible soluciones de rehidratación comerciales (tipo Sueroral, Bebesales, etc) o caseras, como la llamada "Limonada alcalina". Ésta se prepara disolviendo en 1 litro de agua el zumo de 2 limones, una cucharada de bicarbonato sódico y azúcar al gusto.
La deshidratación grave precisa líquidos intravenosos, y generalmente, hospitalización.
El reconocimiento y tratamiento precoces de la deshidratación lleva a un restablecimiento rápido. La deshidratación grave no tratada puede terminar en convulsiones, daño cerebral permanente o muerte.