¿Qué es una fisura anal?
Una fisura anal es un desgarro longitudinal o una lesión en forma de úlcera elíptica o redonda que aparecen en la mucosa del ano y suelen ser extremadamente dolorosa.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
No se sabe exactamente la causa, pero cuando la presión de los músculos del ano aumenta y la circulación de la sangre disminuye, la piel se muestra más susceptible de desgarrarse.
Así, el estreñimiento crónico y la infección asociada en la mucosa producen una ulceración en las papilas de la mucosa anal.
Por eso, las fisuras se caracterizan por su cronicidad (no mejoran con el tiempo), con períodos de exacerbación y remisión, a menudo durante muchos años si no se mejoran estas alteraciones musculares y circulatorias.
¿Cuáles son los síntomas de la fisura anal?
El dolor descrito es desgarrador o cortante y aparece durante el paso de las heces. Después desaparece o se atenúa y vuelve a ser más intenso cuando vuelve a ocurrir un espasmo del músculo que controla la salida de las heces.
La sangre de la hemorragia, escasa en cantidad, es de color rojo claro, no va mezclada con las heces, y por lo general se nota en el papel higiénico.
Secundariamente, aparece un estreñimiento en defensa del dolor que produce la defecación (miedo de ir al baño).
Durante la cicatrización puede haber picor del ano.
Suele haber una hemorroide o pápula centinela que puede que se observe en el exterior al lado de la fisura.
¿Cómo se puede detectar?
Las bases para el diagnóstico de la fisura anal son:
- Presencia de dolor con la defecación
- Sangrado
- Estreñimiento
- Espasmo de esfínteres
- Sensibilidad aumentada en la zona anal
- Presencia de úlceras en la mucosa del ano
- Hemorroides
Se podrá introducir un rectoscopio de calibre pequeño haciendo presión en el lado del conducto anal opuesto a la lesión, y se podrá ver la papila hipertrófica y la úlcera.
No se recomienda hacer examen del recto ni ningún procedimiento en el momento del dolor, a menos que se realice con la persona bajo sedación.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Se indican baños calientes de asiento 10 o 15 minutos después de cada defecación, o tan frecuente como sea necesario para producir alivio del dolor.
La aplicación de pomadas con anestésicos mediante un aplicador para hemorroides colocado sobre el extremo de un tubo es muy útil.
Se debe de tratar el estreñimiento mediante una alimentación adecuada rica en fibra, (principalmente salvado) y líquido (preferiblemente agua) y se puede emplear aceite mineral local para mejorar la defecación.
En las fisuras anales o úlceras que duran largo tiempo se ha intentado dar tratamiento con varios medicamentos e incluso aplicar una inyección de toxina botulínica, pero no funcionan en todos los casos.
Si con estas medidas no mejora el dolor, se propone la corrección quirúrgica. La operación consiste en una amplia escisión en bloque de la úlcera y de los tejidos alrededor de ella.
El principal riesgo de la cirugía es que la persona después no pueda controlar la defecación (incontinencia fecal).
¿Cuál es el pronóstico?
Las úlceras anales tienden a volverse crónicas con períodos alternos de curación y exacerbación.
No se vuelven malignas.
Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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