
¿Qué es el Papanicolau?
El Papanicolaou o citología cervical es una prueba realizada a las mujeres que consiste en tomar, mediante un frotis o raspado, células del cérvix o cuello uterino para luego analizarlas de forma microscópica.
El principal objetivo de esta prueba es la detección precoz del cáncer cervical o de cuello uterino.
Desde 1950, el porcentaje de muertes en mujeres con cáncer de cérvix ha decrecido un 60%, en gran parte porque muchas mujeres se comenzado a realizarse un Papanicolaou.
Este test detecta el 95% de cánceres cervicales y lo más importante es que puede detectarlos en un estadio temprano o pre-maligno.
¿Cuándo realizar la primera citología o Papanicolaou?
Las últimas recomendaciones sobre la toma de Papanicolaou concluyen que se debe iniciar a partir de los 21 años, ya que la mayoría de las lesiones en cérvix detectadas en adolescencia pueden presentar regresión espontánea y esto evita tratamientos innecesarios.
Es importante seguir las siguientes recomendaciones para los distintos rangos de edad:
- Menores de 21 años: No realizar citología cervical.
- 21 - 29 años: Citología cervical cada 3 años.
- 30 - 65 años: Puede realizar citología cada 3 años, Prueba de VPH (Virus del papiloma humano) cada 5 años o Cotest (prueba de VPH + Citología) cada 5 años.
- Mayores de 65 años: No realizar citología cervical si existen resultados negativos previos a esta edad.
- Histerectomía: No realizar citología si hay resultados negativos de Papanicolaou previos a la cirugía.
Mujeres de alto riesgo de cáncer cervical deben tomarse Papanicolaou con mayor frecuencia según recomendaciones de su médico. Se considera mujeres de alto riesgo quienes fueron previamente diagnosticadas con lesiones de alto grado en el cuello uterino, personas con sistema inmunológico bajo (ejemplo: personas con VIH) y mujeres con historia que sus madres usaron dietilestilbestrol durante sus embarazos.
¿Qué procedimiento se seguirá?
Previo al procedimiento es importante evitar que el cuello del útero tenga factores que intervienen en una correcta toma y posterior interpretación de resultado del Papanicolaou como: semen, sangre o abundante flujo vaginal.
Hay dos técnicas para tomar muestra del frotis de Papanicolaou: líquida y convencional.
- La mujer se coloca en posición ginecológica para ser examinada por su médico.
- Se coloca un espéculo a nivel de la vagina para visualizar el cuello del útero.
- El método de base líquida consiste tomar muestra en forma de raspado del cuello uterino con un pequeño cepillo y se coloca la muestra en un tubo con conservante líquido.
- Con el método convencional el médico usa una espátula o cuchara de madera, raspa suavemente la superficie del cuello uterino, también toma muestras del interior del canal cervical insertando un cepillo. Se colocan las muestras en una lámina de vidrio y se aplica un conservante en spray sobre la lámina.
La técnica de base líquida tiene la ventaja que puede detectar VPH (virus del papiloma humano), gonorrea y clamidia en la misma muestra. También su interpretación tiene menos resultados insatisfactorios porque realiza un filtrado de sangre y desechos de flujo vaginal.
¿Qué indican los resultados?
Un resultado negativo significa que no hay evidencia de lesiones malignas o pre malignas en el cuello uterino.
Un resultado positivo significa que aparecen células anormales. Este resultado positivo no prueba que haya cáncer, ni siquiera displasia, pero usualmente significa que deben hacerle un reconocimiento más exhaustivo como una colposcopia o una biopsia, para confirmar la presencia de una lesión.
Para interpretar los resultados de un Papanicolau de forma precisa le recomendamos visitar nuestra guía sobre Interpretación de los resultados de un Papanicolau



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDr. Jorge Herradora Pérez
Especialista en Ginecología y Obstetricia y licenciado en medicina y cirugía general por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Revisor clínico