
¿Qué es la otitis externa?
La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo, el tubo que conecta el pabellón auditivo con el tímpano.
Se produce habitualmente en nadadores y se caracteriza por dolor intenso, picor y, en ocasiones, secreción ótica.
La otitis externa puede ser infecciosa (bacteriana o fúngica) o no infecciosa (dermatitis de contacto, eccema, psoriasis, etc.) y se clasifica como aguda, si la duración es inferior a seis semanas, o crónica, cuando la duración es superior a tres meses.

¿Cuál es la causa de la otitis externa?
La otitis externa se observa con máxima frecuencia en verano, en niños y adolescentes, en relación con los baños de agua dulce (piscinas, etc.).
Asimismo, tanto el exceso de cerumen como el exceso de limpieza de los conductos auditivos con bastoncillos o el uso continuado de tapones en los oídos favorecen la maceración o traumatismo del conducto auditivo externo y predisponen a la infección por bacterias (especialmente Pseudomonas aeruginosa) u hongos.
Las dermatitis y los eczemas del conducto auditivo y la presencia de virus como el del herpes o el de la varicela, también favorecen la infección del conducto auditivo.
¿Cuáles son los síntomas de la otitis externa?
Los principales síntomas de la otitis externa son:
- Dolor de oído que aumenta al tocar el pabellón y al masticar.
- Sensación de picor o humedad en el conducto auditivo externo.
- Otorrea unilateral (secreción por el oído).
- En niños y adultos con disminución de las defensas naturales del cuerpo y en diabéticos podrían observarse signos de infecciones invasivas como parálisis facial, vértigo y sordera.
¿Cómo se puede detectar la otitis externa?
El pediatra diagnosticará fácilmente este problema, por los síntomas que refiere el niño, y ayudado por un otoscopio (un instrumento sencillo para mirar el oído).
Usualmente solo se presenta dolor que empeora al mover la oreja y algo de dificultad para observar el conducto auditivo externo por la inflamación.
¿Cuál es el tratamiento recomendado para la otitis externa?
El tratamiento de la otitis externa aguda incluye una serie de medidas generales, tratamiento del dolor con analgésicos tipo paracetamol, ibuprofeno o codeína, y el empleo de gotas óticas que incluyan un antibiótico al que el microorganismo causal sea sensible (ciprofloxacino, gentamicina, etc.) con un corticoide (como hidrocortisona, betametasona).
Si existe afectación del tímpano, inflamación del pabellón o ganglios en la zona, hay que añadir un antibiótico por boca (amoxicilina/ácido clavulánico, cefuroxima, etc.).
Las recidivas son muy frecuentes. Para evitarlas, conviene:
- No bañarse (o al menos, no mojarse la cabeza al bañarse).
- No ducharse ni lavarse el pelo sin protección de los oídos.
- No usar tapones ni algodón en los oídos, que retienen la humedad.
- No usar bastoncillos de algodón, que lesionan el conducto auditivo externo.
- Secar suavemente los oídos con una toalla después de la ducha.
En casos de empeoramiento o repeticiones muy frecuentes es necesaria la valoración por un otorrinolaringólogo para descartar o confirmar alguna enfermedad crónica como dermatitis o infecciones por virus como el herpes.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico