La retinopatía diabética (maculopatía o hemorragia vítrea) es la causa más frecuente de ceguera entre los 30 y los 64 años en Inglaterra y Gales. Esta forma de ceguera se puede prevenir y es labor del médico realizar una revisión oftalmológica anual a todos los pacientes con diabetes mellitus insulinodependientes (DMID) con 5 años o más de evolución y desde el momento del diagnóstico, a todos los diabéticos no insulinodependientes (DMNID). Entra dentro de las responsabilidades de las Autoridades Sanitarias el ofrecer las facilidades necesarias para llevar a cabo esta prevención.
La edad cronológica en el momento de aparición de la diabetes mellitus (DM) y la duración de la misma tienen un marcado efecto sobre el momento de aparición de la retinopatía y, después de 20 años de DM, casi todos los pacientes muestran algún tipo de retinopatía. En los diabéticos más jóvenes el intervalo medio entre el diagnóstico de DM y el desarrollo de retinopatía es de 13 años, mientras que en aquellos que desarrollan DM después de los 60 años, el intervalo es de 5 años; de hecho, el 5% de DMNID tiene una retinopatía establecida en el momento del diagnóstico.
Afortunadamente, puede existir una retinopatía de grado considerable sin disminución de la agudeza visual, y el pronóstico puede ser optimista. Sin embargo, en cerca del 15 %, la retinopatía es tan grave que, si no se trata, aparecerá una importante disminución de la agudeza visual.
Los pacientes necesitan estar informados sobre la posibilidad de desarrollar una retinopatía diabética y de la importancia del control metabólico estricto para su prevención. Deben informar de cualquier síntoma visual nuevo que aparezca. Debe destacarse la importancia de la revisión oftalmológica anual.
Se han hecho esfuerzos infructuosos para predecir el curso de la retinopatía diabética.
El factor de riesgo más importante es la duración de la DM, sobre todo para la retinopatía proliferativa.
El control metabólico durante años también parece ser importante y, en general, la prevalencia de retinopatía diabética en la población diabética aumenta según vamos descendiendo por las categorías de buen, moderado y mal control.
Sin embargo, algunos casos con buen control desarrollan una retinopatía rápidamente, mientras que otros con un mal control se libran de ella. Deben existir, por tanto, otros factores determinantes, este factor puede ser genético.
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