
¿Qué es la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 (DM2), anteriormente denominada diabetes mellitus no insulinodependiente, es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles de glucosa (azúcar) altos en sangre debidos a una resistencia a la insulina.
La insulina es una hormona que desempeña un papel crucial en el funcionamiento del cuerpo al facilitar la entrada de glucosa (azúcar) en las células para abastecerlas de energía.
El problema que afrontan las personas con diabetes tipo 2 es la deficiencia progresiva en la utilización de la insulina debido a una resistencia de las células. Por esta razón, pueden tener al comienzo una concentración de insulina normal o incluso aumentada. Su problema es que como su cuerpo se resiste a la insulina son necesarias grandes cantidades de insulina para mantener la cantidad normal de glucosa en sangre.
¿Qué incidencia tiene la diabetes tipo 2?
La tasa de prevalencia actual a nivel global es del 10,5%, lo que significa que aproximadamente 10 de cada 100 personas la padecen.
Las personas con diabetes tipo 2 suelen ser mayores de 40 años y a mayor edad mayor es su incidencia aunque en la actualidad la edad de presentación ha cambiado significativamente afectando cada vez a personas más jóvenes.
¿Cuáles son los signos y síntomas principales?
Los principales síntomas que manifiestan quienes padecen diabetes tipo 2 son:
- Incremento de la sed, tanto en la cantidad de veces que se siente sed y en la cantidad de líquido que se necesita.
- Aumento en frecuencia y cantidad de veces que se orina.
- Pérdida de peso, a pesar de tener un mayor apetito.
Otros síntomas que pueden aparecer son:
- Visión borrosa.
- Infecciones recurrentes como vaginitis, infecciones cutáneas e infecciones de vejiga.
- Ocasionalmente, pueden presentarse problemas como disfunción eréctil en hombres.
¿Cómo se puede detectar?
Si usted orina frecuentemente o tiene sed excesiva, es importante que consulte a su médico que evaluará la necesidad de realizar un análisis de azúcar en sangre y orina. La presencia de glucosa en la orina se denomina glucosuria, y niveles elevados de glucosa en la sangre se conocen como hiperglucemia. Ambos signos pueden manifestarse en ambos tipos de diabetes, ya sea la diabetes tipo 1 o la diabetes tipo 2.
El análisis de las sustancias de la orina llamadas cuerpos cetónicos puede ayudar a distinguir entre diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Es más frecuente la aparición de cetonas en la diabetes tipo 1 pero esto no quiere decir que sea exclusivo de ella.
La diabetes tipo 2 puede desarrollarse gradualmente a través de un periodo de años. Frecuentemente es descubierta por un análisis rutinario de orina o sangre.
Para notar la clásica triada de síntomas de aumento de sed, aumento de volumen de orina y pérdida de peso es necesaria una cantidad muy alta de glucosa en orina y sangre. Por ello, hay muchos pacientes asintomáticos al inicio de la enfermedad.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
La mayoría de personas con diabetes mellitus tipo 2 son obesas o se pasan de su peso. El exceso de peso empeora el estado de su diabetes, y la disminución de peso suele tener un efecto favorable.
En ocasiones se necesitan inyecciones de insulina para mantener la concentración de glucosa en sangre dentro de los límites normales. Sin embargo, las primeras opciones de tratamiento serán medicamentos que ayuden al control de peso o a reducir el azúcar en exceso en la sangre (medicamentos hipoglucemiantes orales).
Cuando se produce una pérdida de peso, la necesidad de insulina e hipoglucemiantes orales es, con frecuencia, reducida o eliminada.




Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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