La diabetes es un conjunto de errores metabólicos, que afecta a diferentes órganos y tejidos del cuerpo humano. Es una enfermedad que dura toda la vida, y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia).
Entre los trastornos que causan esta afección, el principal es la baja producción de la hormona insulina, o su inadecuado uso por parte del cuerpo, que repercute en el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.
Existen dos tipos de diabetes: diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2:
- La diabetes tipo 1, también llamada Diabetes Mellitus Insulinodependiente (DMID), puede aparecer en cualquier persona y a cualquier edad, aunque los más afectados son los niños y adultos jóvenes (los varones tienen más riesgo que las mujeres, en este caso). La mayoría de los diabéticos diagnosticados antes de los 19 años son insulinodependientes, y parece que hay un factor hereditario en su desarrollo, ya que dos de cada tres diabéticos pertenecen a una familia con historia de diabetes.
- La diabetes tipo 2, también llamada Diabetes Mellitus No Insulinodependiente (DMNID), suele afectar más a personas mayores de 40 años. El problema, en este caso, no es una ausencia de insulina. Aunque pueda haber una disminución de la hormona, también puede haber más probabilidad de tener una concentración de insulina normal o incluso aumentada. El problema es que el cuerpo de estas personas resiste a la insulina, y son necesarias grandes cantidades de ella para mantener la cantidad normal de glucosa en sangre.