¿Qué es el sulfato de glucosamina?
El sulfato de glucosamina es una sustancia natural que se encuentra presente en el líquido que rodea las articulaciones. Se puede obtener en el laboratorio de forma sintética o proveniente de conchas de mariscos.
El sulfato de glucosamina se usa comúnmente para la osteoartritis. Y para otros usos de forma poco eficaz como la pérdida de peso y el glaucoma.
Hay diferentes formas de glucosamina, la más frecuente es el sulfato de glucosamina, y frecuentemente se encuentra en el comercio asociado a otros ingredientes como la condroitina, el cartílago de tiburón lo cual no quiere decir que se obtengan mejores resultados con estas combinaciones.
¿Qué utilidad tiene?
La asociación de glucosamina tópica para el alivio del dolor en la artritis parece que produce un efecto pero debido al alcanfor ya que la glucosamina no se absorbe por la piel.
Lo más evidente y eficaz es el uso de la glucosamina para el dolor de la osteoartitis de rodilla, cadera o columna vertebral con una eficacia similar al paracetamol para aliviar el dolor. Y si se compara con otros antinflmatorios puede ser similar su eficacia solo que tarda más en hacer efecto entre 4 y 8 semanas.
Su utilización puede retrasar el progreso de la osteoartitis.
También parece que la glucosamina puede ser eficaz en el dolor de la articulación temporomandibular que se produce al masticar, bostezar y hablar. Puede ser igualmente efectivo que los antinflamatorios y su efecto durar más de 90 días después de suspenderlo.
No hay evidencia que sostenga otros usos.
¿Qué efectos secundarios podría tener?
El sulfato de glucosamina puede causar algunos efectos secundarios leves incluyendo náuseas, acidez de estómago, diarrea y estreñimiento y a veces mareos, reacciones cutáneas y dolor de cabeza.
No se debe usar en embarazo y lactancia.
Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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