La convulsiones repetidas o prolongadas, lo que se llama estado epiléptico, pueden producir una falta de oxígeno en el cuerpo convirtiéndose en una situación de emergencia.
En estos casos:
Tras el episodio de convulsión aguda se deben apuntar para informar al médico detalles de la convulsión tales como: fecha y hora del episodio, duración, partes del cuerpo que resultaron afectadas, el tipo de movimientos u otros síntomas, causas posibles y otros factores que se hayan observado.
En ocasiones no es necesario tratar más que las causas, si se han identificado, para detener las convulsiones. Esto puede incluir tratamiento médico de las enfermedades detectadas como causantes de las convulsiones, la intervención quirúrgica de tumores o lesiones cerebrales u otros tratamientos.
Los anticonvulsionantes orales previenen o disminuyen el número de convulsiones futuras. La respuesta a estos medicamentos es individual y los medicamentos y la dosis utilizadas pueden requerir de ajustes periódicamente a cada persona.
La crisis de "pequeño mal" normalmente responden mejor al ácido valproico o etosuximida, como alternativa se puede usar clonazepam u otros medicamentos.
La convulsión de "gran mal" generalmente responde mejor a la fenitoína, la carbamazepina, al ácido valproico o fenobarbital, como alternativa se pueden usar primidona u otros medicamentos.
Las convulsiones focales o convulsiones parciales complejas usualmente responden mejor a la fenitoína o a la carbamazepina.
Otros medicamentos que se pueden utilizar son el levitracetam, la gabapentina, el gabatril, la lamotrigina, la oxcarbazepina y el topiramato.
En todos los casos se debe personalizar el tratamiento y hacer controles de la evolución y del tratamiento al menos cada año. Para ello se suelen hacer análisis para medir el nivel en sangre de los medicamentos instaurados, de tal forma que se pueda ajustar la dosis mínima necesaria a cada persona que pueda controlar los síntomas y disminuir los efectos secundarios.
A pesar de los controles adecuados, en ocasiones hay ciertos procesos que descompensan a una persona con epilepsia, como pueden ser:
Algunos pacientes suelen llevar informes ó tarjetas de alerta médica para así obtener tratamiento médico oportuno en caso de tener una convulsión.