La alcalosis respiratoria es un desequilibrio del organismo por el que disminuye la concentración de dióxido de carbono en la sangre y está se vuelve demasiado alcalina.
En el proceso respiratorio, los pulmones son los encargados del intercambio del oxígeno inhalado del exterior con el CO2 (dióxido de carbono) procedente de la sangre. Este intercambio se realiza entre los alveolos y los vasos sanguíneos conectados a ellos.
Cuando este intercambio se acelera se exhala una cantidad excesiva de CO2 (dióxido de carbono) haciendo que disminuye su presencia en la sangre. Esta disminución del CO2 en la sangre hace aumentar el pH de la sangre haciendo que se vuelva más alcalina (menos ácida).
La causa principal para que se produzca la alcalosis respiratoria es la hiperventilación que consiste en una respiración rápida y profunda.
Esta hiperventilación puede ser provocada por distintas causas:
El síntoma más evidente que se presenta es la hiperventilación (una respiración rápida y profunda) con más de 40 inhalaciones por minuto.
Además, se pueden presentar otros síntomas adicionales como:
En casos severos pueden producirse:
Para confirmar la existencia de alcalosis respiratoria se pueden realizar las siguientes pruebas diagnósticas:
El tratamiento se basa en corregir la causa que está provocando la alcalosis respiratoria.
Si está provocada por ansiedad puede ser adecuado que la persona respire en una bolsa. Al respirar en la bolsa se consigue que vuelva a inhalar el aire expulsado que contiene mayor cantidad de dióxido de carbono de lo normal.
En caso de que la causa sea una neumonía o una infección pueden usarse antibióticos.
En casos severos de alcalosis respiratoria el paciente puede requerir el uso de un respirador mecánico.