
¿En qué consisten las alteraciones de la refracción del ojo?
Las alteraciones de la refracción del ojo son alteraciones de las lentes del ojo con la formación del foco de visión en otros lugares que no son en la retina, por lo que se produce la visión borrosa.
Se pueden producir bien por alteración de la curvatura de la córnea, o por diferente longitud del globo ocular.
Las dos alteraciones de la refracción del ojo más frecuentes son la miopía y la hipermetropía.
En las siguientes imágenes se puede observar el punto en el cual convergen los rayos de luz dentro del ojo:
- En el ojo normal la imagen se forma exactamente en la retina
- En el miope la imagen se forma antes de la retina
- En el hipermétrope la imagen se forma detrás de la retina
¿Cuáles son los principales defectos de la refracción?
Los defectos de la refracción más frecuentes son:
Miopía: La longitud del globo ocular produce que el foco de visión se realice por delante de la retina, sobre todo en la visión de lejos, por ello se produce una visión borrosa. En cambio, en objetos cercanos no tienen gran problema, por ello popularmente al miope se le llama "corto de vista".
Puede estar causada porque el globo del ojo es muy largo de delante a atrás o porque el poder de refracción de la lente es muy fuerte.
La miopía generalmente se desarrolla en la época escolar y para los 20 años se suele estabilizar. Hasta entonces puede desarrollarse muy rápidamente y requerir frecuentes cambios de gafas o lentillas. Afecta lo mismo a hombres que a mujeres y hay una clara predisposición familiar.
Síntomas:
- Visión borrosa de los objetos distantes
- Bizquera
- Dolor de cabeza
- Tensión ocular
Hipermetropía: En ella el globo ocular es excesivamente corto, lo que produce un enfoque por detrás de la retina. También ocurre una visión borrosa, especialmente una fatiga visual al leer, dibujar o realizar trabajos con un ordenador.
Astigmatismo: La córnea no tiene su forma normalmente redonda, sino que es ovalada lo que produce una visión distorsionada o de varios focos simultáneos. Suele acompañar a la miopía o a la hipermetropía. Existe también un tipo de astigmatismo producido por alteraciones del cristalino, por ejemplo, el que queda después de una cirugía ocular. Los síntomas de astigmatismo son visión borrosa tanto de cerca como de lejos, necesidad de entrecerrar los ojos para ver mejor y dolor de cabeza.
Presbicia: No es exactamente una alteración de la refracción, pero produce síntomas similares y se puede corregir con los mismos tratamientos de los anteriores. En este caso, por la edad se van perdiendo las capacidades de enfoque de las lentes oculares, por ello suelen ser precisas gafas para la lectura. Este problema afecta a personas entre los 40 y los 60 años. Lo síntomas son la visión borrosa de cerca y la tendencia a alejar el material de lectura para verlo mejor.
¿Por qué se producen las alteraciones de la refracción del ojo?
Las alteraciones de la refracción del ojo se producen por factores relacionados tanto con la herencia como con el ambiente.
Al nacer, lo más usual es que haya una hipermetropía moderada que va disminuyendo hasta el primer año de edad.
En personas susceptibles, el ojo se continúa elongando y puede aparecer la miopía alrededor de los 6 a 12 años, aunque la persona puede hacerse algo miope hasta la edad adulta.
El uso de luces nocturnas en niños menores de 2 años al parecer aumenta el riesgo de miopía.
Aunque se ha visto que las personas con más años de estudio y con trabajos en los que se necesita visualizar muchos detalles cercanos tienden a sufrir más de miopía, no es claro si el aumento del trabajo visual cercano se asocie con la generación de la miopía.
Lo mismo ocurre con el uso de pantallas electrónicas. Sin embargo, en cada generación se presentan cada vez más casos de miopía en la población general, lo que hace pensar que sí hay alguna relación.
El astigmatismo no tiene una causa clara, aunque tiende a ser hereditario. Los síntomas de astigmatismo tienden a empeorar si se frotan los ojos con frecuencia.
Después de los 40 años, se hace difícil la acomodación del cristalino por los músculos del ojo, lo cual produce la presbicia.
¿Cómo se puede detectar y medir una alteración de la refracción del ojo?
Un examen general del ojo o examen oftalmológico incluye:
- Test de agudeza visual
- Test de la refracción
- Test de visibilidad del color
- Test integrales de músculos
- Examen con luz
- Examen de la retina
Para diagnosticar las alteraciones de la refracción del ojo hay que tener en cuenta la edad de la persona, ya que existe un periodo en la vida llamado edad ambliogénica. El cerebro de los niños menores de siete años con defectos de refracción podría suprimir la función de uno de los ojos para evitar la visión doble. Esta condición también se conoce como “ojo vago” y se debe corregir para poder hacer un diagnóstico definitivo de los defectos de refracción.
Las alteraciones de la refracción del ojo se miden en unidades llamadas dioptrías. Una dioptría mide la potencia o poder de refracción de un lente.
Las alteraciones de la refracción tienen más o menos dioptrías dependiendo del lente que se necesite para corregirlas.
Los defectos refractivos leves a moderados son:
- Miopía con menos de 6 dioptrías Hipermetropía con menos de 3 dioptrías
- Astigmatismo regular con menos de 3 dioptrías
Los defectos refractivos altos se definen como aquellos iguales o superiores estos valores.
Esto es importante para considerar las posibilidades de tratamiento y los riesgos de enfermedades del ojo en el futuro.
Los pacientes con miopía alta tienen mayor riesgo de sufrir en el futuro: desprendimiento de retina, cataratas y glaucoma.
Los hipermétropes tienen un riesgo aumentado de desarrollar glaucoma primario por cierre angular.
¿Cuál es el tratamiento recomendado en caso de alteraciones en la refracción del ojo?
El objetivo del tratamiento en las alteraciones de refracción del ojo es que la persona vea bien y no esfuerce los ojos.
No todas las personas perciben igual la dificultad para ver. En algunos defectos visuales leves podría no necesitarse ningún tratamiento si la persona así lo percibe.
Se debe evaluar cada caso con el optómetra o el oftalmólogo de manera individualizada.
Las personas con alteraciones de la refracción del ojo moderadas y severas siempre requieren tratamiento no solo para ver mejor sino para mejorar la visión binocular que es esencial al manejar vehículos, para controlar el estrabismo y para poder estudiar y trabajar con mayor rendimiento.
De todas maneras, si el defecto refractivo no se corrige no va a empeorar. Cualquier síntoma adicional requiere la valoración de un oftalmólogo para descartar alguna otra enfermedad del ojo.
Los tratamientos para todos los defectos de refracción son:
- Gafas o lentes: Siempre son la primera opción de tratamiento porque no tienen ningún efecto sobre el ojo. Además, ayudan a proteger los ojos de agresiones externas. Es importante que el material con que se fabrican y la graduación de los lentes sean los correctos, en especial si la graduación es muy alta.
- Lentillas o lentes de contacto: Corrigen mejor algunas alteraciones visuales, pero conllevan mayor riesgo por estar en contacto directo con la córnea. Pueden generar intolerancia a las mismas, úlceras corneales e infecciones a veces graves. Es imprescindible una higiene adecuada.
- Cirugía de corrección: Existen cirugías de corrección para miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia que deben ser evaluadas individualmente con el oftalmólogo.
¿Cuáles son las recomendaciones para el uso de lentillas o lentes de contacto?
Las lentillas o lentes de contacto se colocan sobre la superficie de los ojos, en contacto con la córnea.
Los principales tipos de lentillas son:
- Blandas de hidrogel de silicona
- Duras gas-permeables
Las lentillas de contacto se usan a veces por estética, porque el trabajo de la persona no permite el uso de gafas o porque hay una corrección mucho mejor del defecto visual como ocurre en las alteraciones de refracción altas.
El oftalmólogo debe valorar con cuidado la salud de la persona que va a utilizar la lentilla porque puede haber complicaciones si hay enfermedades de la córnea, si la persona no está comprometida con la buena higiene de las lentillas o si debe usar algún tratamiento adicional o tiene alguna exposición en el trabajo a polvos y aerosoles.
La principal complicación del uso de lentillas es la queratitis infecciosa (infección de la córnea) que puede producir pérdida irreversible de la visión.
Para evitar estas infecciones se recomienda ser muy metódico en la limpieza de las lentillas y solo utilizarlas al dormir en la noche cuando están específicamente prescritas para ello y siguiendo todas las recomendaciones del médico y del optómetra, sobre todo el lavado previo de las manos, lavar los recipientes donde se guardan y desecharlos periódicamente, uso de soluciones especiales, frotar los lentes para limpiarlos y evitar lavarlos con agua del grifo.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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