El cáncer gástrico o cáncer de estómago consiste en la formación de células cancerosas en los tejidos del estómago.
Posteriormente estas células cancerosas pueden propagarse al esófago o el intestino delgado y finalmente infiltrarse en los ganglios linfáticos propagando el cáncer a cualquier parte del cuerpo.
No hay un motivo concreto para la aparición de un cáncer de estómago pero algunos factores incrementan la posibilidad de padecerlo:
La alimentación puede ser otra de las causas que favorece la aparición de cáncer gástrico. El consumo de nitratos provoca la aparición de nitrosaminas, sustancia de efecto cancerígeno. Los pescados congelados y ahumados, las carnes curadas, las salchichas o el aceite de coco contienen gran cantidad de nitratos.
Las personas que fuman también son más proclives a padecer esta enfermedad.
El cáncer gástrico aparece más en hombres que en mujeres y principalmente en personas mayores de 50 años. Su tasa de incidencia es la de 7 u 8 casos por cada 100.000 habitantes al año.
El cáncer gástrico puede desarrollarse sin producir apenas síntomas. Los principales indicios para sospechar su presencia son:
Cuando el cáncer está en un estado más avanzado se pueden observar:
Para determinar la presencia de un cáncer estomacal se pueden realizar:
El tratamiento habitual para combatir este tipo de cáncer es la cirugía para extraer parte del estómago (gastrectomía) y eliminar las células cancerosas. La gastrectomía puede ser parcial si sólo hay algunas zonas del estómago afectadas o total retirando todo el estómago y uniendo el esófago con el intestino delgado. Las personas a las que se les extrae completamente el estómago deben cambiar su dieta posteriormente según las recomendaciones médicas.
Posteriormente se puede aplicar radioterapia o quimioterapia para aumentar las probabilidades de curación.
El cáncer de estómago es un tumor grave con tasas de supervivencia de sólo un 15% a un 20% a los 5 años.
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