La presencia de sangre en las heces de color rojo o a veces de color negro (melenas) no es un hecho normal y puede indicar la presencia de diversas enfermedades.
A veces, la observación se realiza por que aparece la sangre roja o negra en la taza del inodoro en vez del color pardo habitual de las heces.
Dependiendo del color se puede distinguir:
Para que aparezcan las heces de color negro (melenas) se requiere al menos el sangrado de 50 cc (centímetros cúbicos) en el estómago o esófago, por lo tanto, con menos sangrado podría no ser evidente, en cuyo caso se denomina sangre oculta en heces.
Siempre hay que tener en cuenta que ciertos medicamentos (hierro) o alimentos (moras) pueden teñir las heces de color negro, y ser un color normal. En estos casos para saber con exactitud si existe un problema se debe realizar un estudio de la presencia de sangre oculta en las heces.
La presencia de sangre en las heces es debido a que alguna parte del aparato digestivo está o ha estado sangrando (hemorragia).
Como se dijo, el color de la sangre en las heces nos puede orientar a la zona del sistema gastrointestinal que ha sangrado.
Heces de color negro puede sugerir:
Heces de color marrón puede sugerir:
Heces de color rojo puede sugerir:
La presencia confirmada de sangre en las heces es un síntoma que debe de ser estudiado por un médico cuanto antes. Como el color de las heces es solo un indicativo del origen del sangrado, se debe completar el estudio mediante diversas técnicas de diagnóstico.
La sangre oculta en heces se sospecha en caso de presentarse síntomas diferentes no explicados como mareos, pérdida de conciencia (síncope), dolor en el pecho (angina) o sensación de falta de aire (disnea) o cuando se diagnostica una anemia por falta de hierro de causa no clara (anemia ferropénica).
Se pueden realizar las siguientes exploraciones:
Las melenas asociadas a vómitos con sangre indicarán la presencia de una ulcera gastroduodenal sangrante o una ruptura de várices esofágicas, lo cual es una urgencia médica.
El tratamiento depende de la enfermedad o trastorno que esté causando la presencia de sangre en las heces por lo que resulta imprescindible investigar la causa para encontrar el tratamiento adecuado.
Puede consistir en un manejo preventivo con dieta y medicamentos, hospitalización con administración de líquidos endovenosos e incluso transfusión sanguínea en casos graves, cierre del sitio del sangrado durante los exámenes diagnósticos (endoscopias y tomografía) e incluso cirugía en casos severos.
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