Las cefaleas de tensión son dolores de cabeza de origen desconocido, que habitualmente se repiten, con características clínicas parcialmente diferentes a las de la migraña.
La principal diferencia con la migraña es que suelen ser bilaterales, afectan a ambos lados de la cabeza. Es el dolor de cabeza más frecuente.
Los mecanismos psíquicos, en concreto el estrés, son importantes en el origen del dolor. Pueden existir también antecedentes familiares.
Es un trastorno muy común y se estima que entre un 30 y un 80% de las personas lo padecen alguna vez a lo largo de su vida.
Suele comenzar en el adulto y tiene mayor incidencia en mujeres. La edad más frecuente de quienes lo padecen es de 30 a 40 años.
Los ataques de dolor de cabeza suelen afectar a la nuca o frontales, a ambos lados de la cabeza, con sensación de tensión o presión. Pueden durar de 30 minutos a 7 días y no se acompañan habitualmente de náuseas ni vómitos, aunque éstos, si se presentan, son leves.
Es frecuente que aparezcan al despertar o que vayan apareciendo a lo largo del día, coincidiendo con la tensión del trabajo.
Son ataques de dolor que duran de minutos a días. La intensidad es menor que en la migraña. No se agrava con el ejercicio físico ni suelen estar asociados con fotofobia (molestia a la luz) y fonofobia (molestia al ruido).
Probablemente, en alguna situación de tensión especial todos hemos sentido alguna vez este tipo de dolor. La relación con la tensión nerviosa o con la depresión suele ser neta, pero no es obligatoria.
Se pueden diferenciar dos tipos:
Al igual que en la migraña el primer paso del tratamiento es explicarle al enfermo lo que tiene. La posibilidad de que el mecanismo del dolor sea debido a la contracción muscular sostenida, y la posibilidad de relajarse en algunas situaciones que desencadenen el dolor puede proporcionar un beneficio importante.
Tratamiento del ataque del dolorCuando se producen los ataques del dolor se trata habitualmente con analgésicos menores: (aspirina, paracetamol, dipironas o naproxeno) y la respuesta suele ser bastante positiva.
Cuidado con las asociaciones que contienen cafeína: tienen riesgo de crear adicción.
Tratamiento preventivoPara evitar la aparición de este tipo de cefalea se puede utilizar fármacos antidepresivos como la amitriptilina durante terapias de al menos 6 a 8 semanas.
Otra opción podría ser la tizanidina que se encuadra dentro de la familia de los relajantes musculares.
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