El chancro blando o chancroide es una enfermedad de transmisión sexual que se manifiesta como una o varias úlceras genitales.
El chancro blando pertenece al grupo de infecciones de transmisión sexual caracterizadas por la presencia de úlceras genitales, anales o perianales, por lo cual la Organización Mundial de la Salud OMS recomienda siempre hacer el diagnóstico diferencial con el chancro duro (sífilis), herpes genital, linfogranuloma venéreo (forma de clamidiasis) y granuloma inguinal (donovanosis).
Se considera un factor de riesgo para el contagio con el virus de la inmunodeficiencia humana VIH.
Es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria gram negativa denominada Haemophilus ducreyi que se transmite por contacto de los genitales.
Afecta más a los hombres que a las mujeres y es más común en países de África y algunas áreas del Caribe.
El periodo de incubación tras el contacto sexual es de uno a catorce días al cabo del cual aparece una o varias pústulas (ampollas con pus), generalmente a un solo lado, que evolucionan a úlceras.
En el hombre, las úlceras aparecen en el pene (glande, escroto, frenillo o interior del prepucio) mientras que en las mujeres puede aparecer en los labios vaginales (mayores o menores), clítoris o ano.
Las úlceras suelen ser blandas y presentar bordes irregulares y sangran si se frotan o se rozan. Tienen un color gris o amarillo con un borde rojo. Su principal característica es que son muy dolorosas.
En los hombres suele aparecer una única úlcera y en las mujeres en mayor cantidad (4 o 5 habitualmente).
También pueden aparecer otros síntomas relacionados como:
Debido a la dificultad de realizar los exámenes de laboratorio para el diagnóstico definitivo del chancro blando en muchos lugares, se puede hacer un diagnóstico por el examen físico.
Se considera que la presencia de una o más úlceras profundas y dolorosas en la zona genital, acompañadas de un ganglio inguinal blando y supurativo, junto con pruebas negativas para sífilis una o dos semanas después de la aparición de la úlcera y pruebas negativas para virus de herpes, hacen pensar en que se está ante un chancro blando o chancroide.
El diagnóstico se puede confirmar con un cultivo de muestra para identificar la bacteria., aunque no siempre es confiable.
Los tratamientos recomendados son mediante la administración de antibióticos:
Se debe ofrecer la realización de la prueba de VIH y hacer seguimiento de las conductas sexuales de riesgo.
En un control médico de tres a siete días después de iniciado el tratamiento, se debe evidenciar mejoría de las úlceras.
Los ganglios inflamados demoran un poco más en mejorar y a veces es necesario drenarlos.
Si no hay mejoría en la primera semana, se debe pensar en un diagnóstico diferente o en resistencia al antibiótico o en una infección con el VIH al mismo tiempo.
Los hombres no circuncidados con lesiones debajo del prepucio pueden demorar más en sanar.
Se debe ofrecer tratamiento a la pareja o parejas sexuales, en especial con contacto los diez días previos a la aparición de las lesiones.
La abstinencia sexual o el uso del preservativo en las relaciones sexuales son la mejor manera de prevenir el contagio sexual del chancro blando y otras enfermedades de transmisión sexual.
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