La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria que puede presentarse de forma aguda o crónica.
Sigue siendo una enfermedad muy frecuente con más o menos once millones de casos nuevos de sífilis al año en todo el mundo y, lamentablemente, con 500.000 casos de complicaciones en embarazos en ese mismo tiempo (sífilis congénita).
Predomina en zonas de África, China, Suramérica y el sudeste asiático, pero desde el año 2000 se ha visto un aumento progresivo de casos en países desarrollados.
Está causada por una bacteria espiroqueta llamada Treponema Pallidum. Esta bacteria es sensible a la Penicilina Benzatínica.
Las formas de contagio más conocidas son:
La sífilis tiene diferentes etapas con características diferentes en cada una:
Luego del contagio, hay un periodo de incubación que puede ir de 10 a 90 días (promedio de 21 días). Este periodo puede ser tan largo que algunas personas olvidan su contacto sexual.
Después de este tiempo, el paciente puede presentar el chancro sifilítico o primario que aparece en el sitio donde la persona recibió la infección.
Este chancro es una úlcera o erosión de la piel con ciertas características:
En hombres heterosexuales, el chancro se ubica en el pene.
En hombres homosexuales, los sitios de presentación del chancro son, además del pene, el ano, el recto y la boca.
En mujeres, el chancro preferentemente se ubica en la vulva (zona externa de los genitales) y el cérvix (cuello del útero).
Es frecuente pasar inadvertidas muchas lesiones en varones homosexuales y mujeres.
Si el chancro se ubica en el ano o en los genitales externos, se presentan, además, adenopatías no dolorosas (ganglios aumentados de tamaño) en la ingle.
El chancro duro de la sífilis pertenece al grupo de infecciones de transmisión sexual caracterizadas por la presencia de úlceras genitales, anales o perianales, por lo cual la Organización Mundial de la Salud OMS recomienda siempre hacer el diagnóstico diferencial con el chancro blando, herpes genital, linfogranuloma venéreo (forma de clamidiasis) y granuloma inguinal (donovanosis).
Si no hay tratamiento de la sífilis primaria, el chancro cura solo en más o menos 4 a 6 semanas, pero la bacteria sigue multiplicándose en la sangre.
Las adenopatías pueden persistir durante meses.
Se produce cuando el paciente no ha recibido ningún tratamiento en la sífilis primaria.
De seis a ocho semanas después de que el chancro cicatriza, aparecen en muchos enfermos manifestaciones cutáneas que son:
Este cuadro se acompaña de adenopatías generalizadas no dolorosas (ganglios crecidos cervicales, axilares, inguinales), donde, al igual que la tuberculosis, es una gran simuladora de enfermedades.
Otros síntomas que se pueden presentar en la sífilis secundaria son:
En esta etapa pueden presentarse como complicaciones la meningitis, alteraciones del hígado y el riñón, gastritis y lesiones del recto, artritis, alteraciones del oído (sordera y vértigo) y trastornos graves de los ojos: neuritis óptica y uveítis.
En una de cada cuatro personas, se puede presentar este cuadro de sífilis secundaria recurriendo más o menos una vez al año.
En algunas personas, la sífilis primaria y la secundaria ocurren tan rápido que los síntomas de ambas se pueden presentar al tiempo, por ejemplo en enfermos de VIH.
Si no recibe un tratamiento, este cuadro desaparece en un periodo de uno a seis meses y comienza la fase latente en la cual no hay ningún síntoma.
El paciente no tiene síntomas, pero presenta una prueba de laboratorio positiva para sífilis porque hay treponemas en la sangre.
A veces se sospecha por los antecedentes de las lesiones primarias o secundarias o se diagnostica cuando una mujer está embarazada o tiene un recién nacido con sífilis congénita.
No es común hoy en día, gracias al consumo extendido de antibióticos, pero se calcula que más o menos el 33% de las personas con sífilis sin tratamiento en las dos primeras etapas pueden llegar a presentar una o varias de estas cuatro manifestaciones:
El diagnóstico más confiable, se hacía con el llamado análisis de campo oscuro en el cual se toman tres muestras provenientes del chancro y se observan con una placa cubriendo la luz del microscopio para visualizar a las espiroquetas en movimiento.
Como tiene dificultades técnicas y necesita ser realizado por alguien experto para ser confiable, ha sido desplazado por las técnicas de laboratorio.
Se realizan dos tipos de pruebas: no treponémicas y treponémicas.
Es una técnica sencilla y poco costosa. Da positiva entre los días 10 y 20 de aparición del chancro.
El VDRL cuantitativo permite seguir la evolución y respuesta al tratamiento. Su negativización es tanto más tardía cuanto más se demoró el tratamiento.
En determinadas situaciones (infecciones bacterianas, virales o parasitarias, anemias hemolíticas, enfermedades autoinmunes, después de vacunaciones, embarazo, drogadicción) puede dar falsos positivos.
Utiliza como antígeno el treponema de la cepa Nichols.
El tratamiento se realiza con penicilina benzatínica porque alcanza concentraciones no solo en sangre sino en otros fluidos del cuerpo. No se recomienda usar ni penicilina procaínica intramuscular ni penicilina oral como primera opción.
Si se conoce la etapa de la enfermedad la recomendación es la siguiente.
Los manejos de los casos complicados son intrahospitalarios con penicilina intravenosa.
Es un tratamiento muy eficaz. Los resultados tienen que volverse negativos entre los 6 meses y 1 año.
En personas alérgicas a la penicilina se pueden dar alternativas con doxiciclina, tetraciclina o ceftriaxona con un seguimiento estrecho con exámenes de laboratorio.
Sin embargo, en caso de que sea una mujer embarazada alérgica a la penicilina, la indicación es desensibilizarla a esta alergia y colocar la dosis de penicilina benzatínica correspondiente porque no existe otro tratamiento que funcione de manera confirmada para evitar la sífilis congénita.
La desensibilización a la penicilina se hace en un ámbito hospitalario y consiste en dar dosis progresivamente más concentradas de penicilina oral comenzando por unas muy bajas hasta que la persona ya no sea alérgica a la penicilina.
El tratamiento de la pareja o parejas sexuales es fundamental, así como la búsqueda activa de otras infecciones de transmisión sexual: VIH, gonorrea y clamidias, principalmente.
Anteriormente se pensaba que el treponema no pasaba por la placenta hasta la semana 16. Ahora se sabe que es hasta la semana 8 de embarazo, pero se cree que pasa en cualquier momento.
Actualmente, todas las mujeres embarazadas deben realizar una prueba VDRL en la primera visita al médico y, en áreas donde la sífilis es muy frecuente o si presentan alto riesgo de contagio, otra prueba a las 28 semanas y en el momento del parto si las anteriores son negativas.
El tratamiento se debe administrar lo más tempranamente posible en caso de diagnóstico de la enfermedad y se debe hacer seguimiento con ecografías y medicina fetal si se sospecha la afectación del feto.
Todo recién nacido con hidrops (retención de líquidos) o ictericia neonatal de causa no establecida debería ser valorado para descartar sífilis congénita.
Se presentan dos formas de sífilis congénita:
El tratamiento en los niños se realiza con penicilina sódica, donde la transmisión al niño puede ser en cualquier etapa (primaria, secundaria y/o terciaria). También la madre debe ser tratada.
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