La depresión postparto es una depresión de diversa intensidad que aparece con más frecuencia en las cuatro primeras semanas tras el parto pero puede incluso aparecer hasta un año después.
Los cambios hormonales, unidos a los cambios en la situación de vida con un miembro nuevo en la familia, son aparentemente causas suficientes para justificarla. Por ello, el apoyo familiar y de los amigos es de gran ayuda.
Podemos diferenciar la depresión puerperal, que es muy frecuente, de la depresión postparto. La depresión puerperal aparece tras el parto por un periodo corto de tiempo y aparece con un cuadro de ansiedad, irritación, tristeza con llanto, etc., pero desaparece pronto sin tratamiento. Puede darse en casi la mitad de las parturientas.
La depresión posparto propiamente dicha afecta al 15 % más o menos de las mujeres después del embarazo y es más tardía, al menos unas semanas entre el parto y sus primeros síntomas y es duradera y precisa tratamiento.
Los factores de riesgo para padecer esta depresión son:
Los principales síntomas que afectan a las personas que tienen depresión son perder el interés por las cosas que le gustaban y sentirse triste. Se habla de depresión si estos dos procesos se repiten de forma diaria durante un periodo mayor a dos semanas.
Además, existen otros síntomas asociados:
Por último, la depresión puede manifestarse con algunos problemas físicos:
La aparición de estos síntomas con la ayuda de cuestionarios específicos pueden ofrecer un diagnóstico preciso.
Luego hay que descartar problemas tiroideos o anemia para concretar tan sólo el problema psicológico.
Se suelen utilizar medicamentos antidepresivos como la nortriptilina, paroxetina y sertralina. Además se hace terapia psicológica y de apoyo familiar.