La ecografía abdominal es una prueba diagnóstica que permite visualizar las estructuras abdominales mediante la utilización de ultrasonidos.
El ecógrafo es una máquina que emite ultrasonidos de alta frecuencia, que aplicados sobre el abdomen llegan a los órganos internos, y allí se reflejan hacia fuera.
Esta reflexión se recoge en una imagen tipo televisión, en un monitor. Con este procedimiento se representan en el monitor las imágenes reflejadas del hígado, vesícula, bazo, páncreas y riñones.
No se utilizan radiaciones ionizantes en esta prueba.
La ecografía abdominal suele realizarse en un departamento adecuado de radiología, y la hace y evalúa un médico ecografista experimentado.
Para su realización se le pondrá tumbado en una camilla. Luego le aplicarán sobre la piel del abdomen un gel, que suele estar frío, que ayuda a transmitir mejor las ondas reflejadas por los órganos internos.
Mediante un aplicador o sonda transductora el médico realizará diversos movimientos sobre su abdomen, le solicitará que se vaya cambiando de posición/inclinación para poder ver los diferentes órganos internos. Inclusive le puede solicitar que deje de respirar en ciertos momentos.
El procedimiento suele durar menos de 30 minutos y el resultado es reportado de inmediato por el médico radiólogo que realiza la ecografía.
Se suele recomendar estar en ayunas las 6 horas previas a la exploración, pero no siempre es necesario, y es variable dependiendo del origen del problema y del órgano que sea necesario explorar con más intensidad.
En la exploración de la parte inferior del abdomen es de mucha ayuda tener la vejiga llena porque el líquido mejora la visualización de los órganos.
Puede sentirse algo molesto al mover el médico el transductor, pero no llega a hacer daño. El gel puede sentirlo frío y por ello durante la exploración puede notar una sensación de estar mojado y frío. La ecografía abdominal no entraña ningún riesgo para el paciente.
El exceso de aire en las vísceras abdominales puede ser un limitante de la prueba porque los ecos no atraviesan el aire lo que impide la visualización adecuada de los órganos.
La ecografía del abdomen se realiza para ver la situación de cada órgano abdominal, su posible inflamación o la presencia de lesiones o tumores en ellos.
En general, es un examen que se realiza como una primera aproximación a diferentes signos y síntomas por ser fácil de realizar, por no exponer a la persona a radiaciones ionizantes y porque orienta a la necesidad de practicar exámenes más complejos.
Las principales situaciones en las que se podría solicitar la realización de una ecografía del abdomen son:
Se dice que una ecografía abdominal es normal cuando los órganos examinados son normales en su aspecto.
Quien decide esto es el radiólogo o el médico del servicio de urgencias que realizan el examen, por lo cual depende de su entrenamiento y experiencia.
La presencia de lesiones, tumoraciones, piedras, alteraciones en la anatomía de los órganos abdominales nos ofrecerá una valoración del problema.
Este deberá ser evaluado con la implicación del órgano alterado y la clínica que presente el paciente.
La ecografía de abdomen anormal suele ser orientativa para realizar otras pruebas más complejas.
Ver más