La radiografía del abdomen es la utilización de los rayos X para formar una imagen bidimensional del abdomen con sus estructuras anatómicas (estómago, intestinos, hígado, páncreas, riñones, etc.).
Los rayos X son muy energéticos. Gracias a esta característica, son capaces de atravesar el cuerpo humano y generar una imagen en una placa fotográfica o una imagen digital.
Los rayos X de abdomen son utilizados principalmente en los servicios de urgencia, ya que proporcionan una imagen rápida y de relativamente fácil interpretación que permite descartar rápidamente problemas serios de salud como, por ejemplo, una obstrucción o una perforación intestinal.
En la consulta ambulatoria han ido siendo reemplazados por exámenes como la ecografía y la tomografía.
Los rayos X, al atravesar estructuras densas como el hueso, reflejan un tono blanco en la placa. Por otro lado, cuando atraviesan estructuras con aire, se visualiza un tono negro.
Entre estas dos densidades, pueden manifestarse diversos tonos de grises, los cuales varían según la densidad de la estructura atravesada por los rayos X.
Así, se generará una representación en dos dimensiones de la anatomía abdominal, en la que distintos matices desde el negro hasta el blanco delinean y demarcan diversas estructuras y tejidos.
Al contar con un estándar de referencia, es posible contrastar las variaciones que surjan, obteniendo así información relevante para el diagnóstico de diversas afecciones médicas.
Se pide una radiografía de abdomen en caso de:
La toma de radiografías abdominales se llevará a cabo en un entorno especialmente preparado, que cuente con un equipo generador de rayos X.
Este espacio debe estar cuidadosamente acondicionado y fortificado para garantizar que los rayos X se mantengan confinados, evitando su escape hacia el exterior. Para lograr esto, se emplean barreras protectoras robustas, como paredes de hormigón de considerable espesor reforzadas con plomo.
Hay dos proyecciones tipo de una radiografía simple de abdomen:
La exploración será llevada a cabo por un técnico en radiología, quien se encargará de adaptar el proceso a consideraciones como, la anatomía, el peso del paciente y otras variables para ajustar el tiempo de exposición y la potencia de los rayos X.
Para salvaguardar su propia seguridad, el técnico empleará las medidas de protección adecuadas.
Durante la realización de una radiografía, es importante mantenerse inmóvil durante unos segundos con el fin de evitar el riesgo de desenfoque y la pérdida de definición en la imagen radiográfica.
En ciertos casos, su médico podría requerir la obtención de múltiples radiografías o imágenes tomadas desde distintas posiciones.
Las indicaciones para realizar una radiografía de abdomen son:
La realización de una radiografía simple de abdomen es completamente indolora.
Es importante destacar que la exposición a los rayos X es mínima en la actualidad, gracias a la tecnología de los equipos modernos que emplean niveles muy bajos de radiación para obtener imágenes precisas.
Aunque la exposición es baja, las mujeres embarazadas y los niños son especialmente sensibles a esta radiación, por lo cual se debe ejercer mayor precaución y evitar someterlos a exploraciones innecesarias.
En mujeres embarazadas se prefiere realizar ecografías en lugar de radiografías en la mayoría de casos.
Un resultado anormal en una radiografía simple de abdomen puede indicar:
Por lo general, cuando se encuentra una anormalidad en la radiografía de abdomen es necesario complementar el diagnóstico con otras imágenes más complejas como la ecografía, la tomografía o la resonancia nuclear magnética.