Se define el histerocele o prolapso uterino como el descenso del útero a través de la vagina.
El útero está fijado en la pelvis gracias a una serie de músculos que cuando se debilitan producen que éste caiga hacia abajo sobre la vagina debido al efecto de la gravedad produciendo diferentes síntomas.
El prolapso es secundario a aquellas todas circunstancias que lesionan las estructuras musculares y ligamentosas del suelo pélvico dando lugar al prolapso uterino en sus diferentes grados.
Las causas de debilidad de la musculatura del suelo pélvico y los factores de riesgo más comunes son:
La mujer de raza afroamericana tiene menor riesgo de desarrollar un histerocele respecto a las otras etnias.
Los síntomas principales son los siguientes:
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica y una exploración ginecológica.
Además, puede ser necesario recurrir a diferentes pruebas complementarias para un diagnóstico preciso:
Generalmente se trata de una patología benigna pero sus síntomas generan una afectación importante en la calidad de vida de las mujeres que la padecen (molestias, en la vida sexual y en la imagen de la persona).
El tratamiento ideal es la cirugía correctora, pero en algunos casos se puede optar por medidas conservadoras (mujeres con prolapso leve, las que desean tener más hijos, mal estado de salud y las que rechazan la cirugía).
El tratamiento conservador consiste en:
El tratamiento con intervenciones mecánicas con pesarios puede ser una opción en aquellas personas con contraindicación para la cirugía.
Por último, la mejor opción es la intervención quirúrgica buscando recolocar el útero en su posición natural. Suele tener muy buenos resultados.
Ver más