
¿Qué son las parasomnias?
Las parasomnias son por definición fenómenos anormales ligados al sueño.
En general, implican que la persona realice ciertos movimientos estando dormida y se despierte confundida o totalmente inconsciente de lo que está pasando.
Desde el punto de vista estadístico son poco frecuentes y suelen iniciarse en la infancia, aunque pueden comenzar a cualquier edad.
A veces este trastorno conlleva alteraciones de la actividad eléctrica del cerebro que se pueden observar en un examen llamado electroencefalograma y otras veces no.
¿Qué tipos de parasomnias existen?
Las parasomnias se clasifican dependiendo de la fase del sueño en la que aparezcan como:
Las parasomnias con despertares fáciles: No es claro por qué se producen. Ocurren durante la parte del sueño llamada ‘de ondas lentas’ al parecer porque en el cerebro no está claro cuándo es el periodo de sueño y cuándo el de vigilia. Se presentan con más frecuencia en niños de edad preescolar y escolar. Son principalmente:
Sonambulismo: Es un fenómeno que se da en la fase 4 del sueño, y por tanto aparece en los momentos de sueño más profundo. No coincide con ningún periodo de ensoñación, aunque el sujeto al despertarse diga que ha soñado "x". Ésta es una reconstrucción que el sujeto hace posteriormente.
El sonambulismo consiste en que el sujeto, estando dormido, se empieza a mover. El sonambulismo duplica movimientos automáticos sencillos. El sonámbulo contesta con monosílabos si se le pregunta algo. Está en un estado similar a la hipnosis por lo que el sujeto es fácilmente sugestionable.
En ese estado la persona puede mover objetos, comer y salir de la casa e incluso presentar agresividad, por lo cual se recomienda asegurar el entorno.
Lo más adecuado es devolverle a la cama para que siga durmiendo.
Entre las causas del sonambulismo, hemos de nombrar las personalidades histéricas o histriónicas, la influencia de la televisión nocturna y la epilepsia. Según algunos autores se debe a factores psicológicos; según otros, a factores genéticos.
En ocasiones, el sonambulismo puede seguir presentándose hasta la adultez.
Cuando el inicio del sonambulismo ocurre en la edad adulta, se debe sospechar una enfermedad precipitante como la privación de sueño, la apnea del sueño o problemas neurológicos como migrañas, traumatismos en el cráneo, ictus o encefalitis. También puede aparecer por problemas como la ansiedad o muy altos niveles de estrés emocional.
Terrores nocturnos: Se da frecuentemente entre los tres y los siete años. El niño se despierta muy asustado, en pleno episodio de pánico, llorando, soñando, con las pupilas dilatadas, confuso, desorientado. No responde adecuadamente a las preguntas que se le hacen, parece estar despierto pero no lo está y además al día siguiente no se acuerda de nada.
Es un episodio amnésico (esto es lo que diferencia este fenómeno de las pesadillas). Es fácil calmarles, basta con cogerles en brazos y en un par de minutos se les pasa.
Estos sucesos son normales hasta cierto punto, pero si el niño empieza a tenerlos frecuentemente puede ser síntoma de problema psicológico.
No es clara la causa aunque a veces hay tendencia hereditaria.
Despertares confusionales: La persona se despierta y demora un poco en entrar en contacto con la realidad. Suele presentarse en niños al tiempo con el sonambulismo o con los terrores nocturnos.
Trastorno de conducta alimentaria durante el sueño: Suele presentarse en mujeres jóvenes, a veces con antecedente de sonambulismo y en ocasiones se relaciona con el consumo de medicamentos psiquiátricos o con el síndrome de abstinencia después de suspender el uso de drogas, alcohol y tabaco.
La persona come grandes cantidades de comida y a veces otros productos mientras está dormida.
Parasomnias durante el sueño REM: El sueño REM o de movimientos oculares rápidos es el momento en el cual el cerebro se recupera y protege de posibles daños externos y cuando consolida la memoria. Las principales alteraciones en esta parte del sueño son:
Pesadillas: Se pueden confundir con los despertares confusionales, pero ocurren en un momento diferente. Las pesadillas ocurren en la segunda mitad de la noche y hay memoria plena del sueño atemorizante.
Si se relacionan con un evento sufrido por la persona y se repiten durante más de un mes podrían indicar la presencia de un trastorno de estrés postraumático.
Alucinaciones hipnagógicas: La persona ve y siente cosas que no existen en el momento en que se está quedando dormida. Puede ser seguida por la parálisis del sueño.
Parálisis del sueño: La persona está despierta, pero no le es posible moverse y presenta una gran ansiedad por ello. El episodio suele ser muy breve y a veces se asocia con periodos en que la persona vive gran ansiedad y estrés.
Vocalizaciones durante el sueño.
Sacudidas o sobresaltos del sueño.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico