Se denomina apnea del sueño a los episodios de cese de la respiración durante el sueño que duran 10 segundos o más.
Durante el sueño, la relajación de los músculos de la base de la garganta causa una obstrucción para el paso del aire, y provoca un ronquido extremadamente alto y una respiración muy dificultosa. Cuando la entrada de aire se bloquea completamente, la respiración se para.
La obstrucción de la respiración impide a la persona entrar en estadios más profundos de sueño lo que causa síntomas de adormecimiento durante el día. La apnea del sueño aparece más frecuentemente en hombres obesos y de mediana edad. Contribuyen a estos factores el uso de alcohol o sedantes para dormir, la anatomía de las fosas nasales, el aumento de las amígdalas o adenoides, y la hipertensión arterial o pulmonar con el ventrículo derecho agrandado.
La incidencia es de 6 personas afectadas de cada 100.
La presentación más clásica de la apnea del sueño obstructiva es la aparición de ronquido justo después de dormirse. El ronquido sigue un ritmo regular por un periodo de tiempo, a menudo se vuelve más alto, pero se interrumpe de repente por un periodo de silencio durante el cual no hay respiración (apnea). La apnea se interrumpe por un jadeo o resoplido de gran sonido que poco a poco vuelve a su sonido normal. Este comportamiento puede repetirse frecuentemente durante la noche. Durante los periodos apnéicos el nivel de oxigeno en sangre baja. Estos niveles bajos de oxigeno (hipoxia) persistentes causan los síntomas que aparecen durante el día. Si esta circunstancia es muy severa puede desarrollarse una hipertensión pulmonar y el paciente puede desarrollar un fallo cardiaco del lado derecho (cor pulmonare) o miocarditis.
La reducción de peso y evitar la ingesta de alcohol y sedantes puede ayudar a disminuir el riesgo. Los niños con adenoiditis e hipertrofia de amígdalas pueden desarrollar una apnea del sueño obstructiva que puede provocar diversos problemas, por lo que debe realizarse una amigdalectomía y adenoidectomía.
Síntomas adicionales que se asocian con esta enfermedad
Otros tests (por neumólogo) incluyen:
El objetivo del tratamiento es establecer, o mantener abierto, el paso del aire para prevenir episodios apnéicos durante el sueño.
El control del peso (o pérdida intencionada de peso) y evitar el consumo de alcohol y sedantes por la noche pueden ayudar en los resultados. Si estas medidas no dan los frutos esperados de cesar la apnea del sueño y continua la obstrucción se prescribe una mascarilla especial, que se pone sobre la nariz y la boca durante la noche. Se está estudiando un aparato mecánico que se inserta dentro de la boca por la noche, para mantener la mandíbula hacia delante. En algunos casos una terapia con oxigeno puede mejorar los resultados.
Cuando hay causas anatómicas se requiere cirugía:
Intervencion de uvulo-palato-faringo-plastia, en la que se corta el paladar blando (campanilla).
El tratamiento no siempre tiene éxito. Además muchas veces a los pacientes les es imposible reducir peso y no cumplen el tratamiento.
Deprivación del sueño.
Llame a su médico si se presentan síntomas de apnea obstructiva del sueño.
Si padece este problema llame para solicitar una cita, sobre todo si los síntomas no mejoran o si se desarrollan nuevos síntomas.
La disminución de la consciencia, somnolencia extrema, alucinaciones, cambios de personalidad y confusión persistente pueden indicar una situación de emergencia.
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