La Resonancia Magnética Nuclear (RMN), o Nuclear Magnetic Resonance (NMR) en inglés, es una exploración radiológica que nace a principio de los años 80 y es una técnica que permite obtener imágenes del organismo de forma incruenta (no invasiva) sin emitir radiación ionizante y en cualquier plano del espacio.
Posee la capacidad de diferenciar mejor que cualquier otra prueba de radiología las distintas estructuras anatómicas. Pueden añadirse contrastes paramagnéticos como el gadolinio para delimitar aún mas las estructuras y partes del cuerpo.
La obtención de las imágenes se consigue mediante la estimulación del organismo a la acción de un campo electromagnético con un imán de 1,5 Tesla (equivalente a 15 mil veces el campo magnético de la tierra). Este imán atrae a los protones que están contenidos en los átomos de los tejidos, que se alinearán con el campo magnético.
Cuando se interrumpe el pulso, los protones vuelven a su posición original de relajación, liberando energía y emitiendo señales de radio que son captadas por un receptor y analizadas por un ordenador que las transformará en imágenes (cada tejido produce una señal diferente).
En la Resonancia Magnética las imágenes se realizan mediante cortes en tres planos: axial, coronal y sagital, sin necesidad de que el paciente cambie su posición. Las resonancias magnéticas atraviesan los huesos por ello se pueden ver muy bien los tejidos blandos.
El aparato de RMN estará en un lugar que está aislado de todo tipo de campos magnéticos exteriores.
El paciente permanece tumbado en una camilla, y esta se desliza dentro del tubo que genera los campos magnéticos. El aparato genera campos magnéticos alrededor del paciente y emite ondas de radio que se dirigen a los tejidos a estudiar. Pero es incruento y no invasivo para el paciente.
Cada "corte" precisará de 2 a 15 minutos, por ello se puede tardar en esta exploración entre 30 y 60 minutos.
No produce dolor. Las ondas magnéticas no producen daños.
El problema principal es la claustrofobia (sentimiento de estar encerrado), tanto por estar en un tubo cerrado como por que la máquina produce mucho ruido.
La camilla puede estar fría, y dura, puede ser necesario una pequeña almohada.
No se debe realizar RMN en mujeres embarazadas, ni en personas que tengan un marcapasos implantado.
Sus indicaciones son muy variadas, dada la gran riqueza de imágenes que produce. Si se combina con la técnica de la TAC (scanner), puede estudiarse prácticamente cualquier órgano. En general sus indicaciones son:
Habitualmente se desviste al paciente y se le coloca una bata para la exploración. Deberá desprenderse de todo objeto metálico que lleve puesto.
El paciente estará tumbado en una camilla que se mueve hacia delante y hacia atrás. El tubo de la RMN tiene una apertura cilíndrica en su centro que es donde quedará introducido el paciente. Algunos modelos son abiertos para evitar la claustrofobia.
Según la potencia del aparato la exploración durará desde unos minutos hasta unos 30-45 mn.
Durante la misma, se oye un ruido intenso en forma de pulsos, que son producidos por el campo magnético. Se atenúa este ruido mediante unos cascos protectores.
Los principales problemas que pueden producirse son la claustrofobia y que el ruido resulte inaguantable.
Es importante que el paciente esté completamente quieto para obtener buenas imágenes.
En algunas exploraciones se necesitará inyectarle un contraste en una vena durante la exploración.
En niños pequeños, puede ser necesario usar sedación para que esté quieto durante la exploración. Esta sedación puede administrarse por boca o mediante inyección.
En los casos en que sea necesario el uso de contraste endovenoso o sedación se le pedirá que firme una hoja de consentimiento informado.
Una vez finalizada la exploración puede hacerse una vida normal, sin que existan efectos secundarios.
En general no es necesaria preparación alguna, pudiendo tomar su mediación habitual previa a la RMN. Si es preciso que esté en ayunas se lo comunicarán al darle la citación.
Conviene que antes de realizarla realice sus necesidades fisiológicas para no tener ganas durante la prueba.
Si el paciente tiene historia previa de reacciones alérgicas o enfermedades graves, o sea portador de alguna prótesis u otro objeto metálico debe comunicarlo previamente a la prueba.
VENTAJAS:
INCONVENIENTES:
¿Quién no puede realizarse esta técnica?
Actualmente la única contraindicación absoluta son los pacientes portadores de marcapasos cardíacos.
Si usted es portador de algún tipo de implante metálico o prótesis en algún tejido u órgano (por ejemplo, clips en vasos cerebrales, stent coronarios, prótesis en rodilla o cadera, válvulas metálicas cardiacas, etc.) debe consultarlo previamente a la prueba por si no se pudiera realizar, pero casi todos estos implantes son de materiales no imantables que permiten realizarla.
Un caso especial es el embarazo. Habitualmente se intenta diferir la resonancia hasta que finalice, pero si es necesario se hará partir del primer trimestre.
Durante el primer trimestre no se realiza, a no ser que sea estrictamente necesario para preservar la salud de la madre, sin que se haya demostrado que existe un riesgo aumentado de malformaciones o de abortos.
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