¿Qué es una resonancia magnética nuclear?
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN), o Nuclear Magnetic Resonance (NMR) en inglés, es una exploración radiológica que nace a principio de los años 80 y es una técnica que permite obtener imágenes del organismo de forma incruenta (no invasiva) sin emitir radiación ionizante y en cualquier plano del espacio.
Posee la capacidad de diferenciar mejor que cualquier otra prueba de radiología las distintas estructuras anatómicas. Pueden añadirse contrastes paramagnéticos como el gadolinio para delimitar aún más las estructuras y partes del cuerpo.
La obtención de las imágenes se consigue mediante la estimulación del organismo a la acción de un campo electromagnético con un imán de 1,5 Tesla (equivalente a 15 mil veces el campo magnético de la tierra). Este imán atrae a los protones que están contenidos en los átomos de los tejidos, que se alinearán con el campo magnético.
Cuando se interrumpe el pulso, los protones vuelven a su posición original de relajación, liberando energía y emitiendo señales de radio que son captadas por un receptor y analizadas por un ordenador que las transformará en imágenes (cada tejido produce una señal diferente).
En la Resonancia Magnética las imágenes se realizan mediante cortes en tres planos: axial, coronal y sagital, sin necesidad de que el paciente cambie su posición. Las resonancias magnéticas atraviesan los huesos por ello se pueden ver muy bien los tejidos blandos.
¿Cuándo está indicado tomar una resonancia magnética nuclear?
Sus indicaciones son muy variadas, dada la gran riqueza de imágenes que produce. Si se combina con la técnica de la TAC (scanner), puede estudiarse prácticamente cualquier órgano.
En general sus indicaciones son:
- Afectación del SNC (Sistema nervioso central): proporciona mayor resolución que la TAC, en especial en afectación de la sustancia blanca, fosa posterior y tronco del encéfalo. Se usa para el estudio de estas estructuras afectadas por tumores, trombosis venosas, placas de desmielinización (esclerosis múltiple), infartos cerebrales, etc.
- Afectación de médula espinal.
- Tumorales: alteraciones tumorales de cualquier tipo y en cualquier órgano.
- Cardiovasculares: se puede estudiar el corazón, así como su circulación, las arterias, incluyendo la aorta y las diferentes venas.
- Otorrinolaringología: enfermedades de oídos, senos, boca y garganta.
- Sistema musculoesquelético: Es muy útil para el diagnóstico de lesiones musculares, articulares y ligamentosas.
¿Cuáles son las exploraciones de RMN más frecuentes?
Las exploraciones más frecuentes son:
- Resonancia magnética nuclear de tórax
- Resonancia magnética nuclear abdominal
- Resonancia magnética nuclear de corazón
- Resonancia magnética nuclear craneal
- Resonancia magnética nuclear lumbosacra
- Resonancia magnética nuclear de columna vertebral
¿Qué preparación es necesaria para la toma de una resonancia magnética nuclear?
Las principales pautas son:
- Suele indicarse una dieta de 6 horas antes de la exploración.
- Debe ser firmado un consentimiento escrito de aceptación de riesgos.
- No debe de llevarse objetos metálicos (anillos, collares, pendientes, etc.) en ninguna parte del cuerpo, inclusive aparatos dentales móviles.
- En caso de ser necesario usar el medio de contraste (gadolinio) se solicitar una prueba de creatinina en sangre para evaluar la función del riñón.
- Si el paciente tiene historia previa de reacciones alérgicas o enfermedades graves, debe comunicarlo previamente a la prueba.
- Se debe verificar que la persona no tenga ningún implante u otro objeto metálico incompatible con la resonancia magnética porque pueden producirse quemaduras severas o, en otros casos, alterarse mucho la imagen.
En general, se puede tomar su mediación habitual previa a la RMN. Si es preciso que esté en ayunas se lo comunicarán al darle la citación.
Conviene que antes de realizarla realice sus necesidades fisiológicas para no tener ganas durante la prueba.
¿Cómo se realiza una resonancia magnética nuclear?
El aparato de RMN estará en un lugar que está aislado de todo tipo de campos magnéticos exteriores.
Habitualmente se desviste al paciente y se le coloca una bata para la exploración. Deberá desprenderse de todo objeto metálico que lleve puesto.
El paciente estará tumbado en una camilla que se mueve hacia delante y hacia atrás. El tubo de la RMN tiene una apertura cilíndrica en su centro que es donde quedará introducido el paciente. Algunos modelos son abiertos para evitar la claustrofobia.
Según la potencia del aparato la exploración durará desde unos minutos hasta unos 30-60 minutos.
Durante la misma, se oye un ruido intenso en forma de pulsos, que son producidos por el campo magnético. Se atenúa este ruido mediante unos cascos protectores.
Los principales problemas que pueden producirse son la claustrofobia y que el ruido resulte inaguantable.
Es importante que el paciente esté completamente quieto para obtener buenas imágenes.
En algunas exploraciones se necesitará inyectarle un contraste en una vena durante la exploración.
En niños pequeños, puede ser necesario usar sedación para que esté quieto durante la exploración. Esta sedación puede administrarse por boca o mediante inyección.
Una vez finalizada la exploración puede hacerse una vida normal, sin que existan efectos secundarios.
Las imágenes obtenidas durante la prueba serán interpretadas por un radiólogo experto quien emitirá un diagnóstico con base en ellas, en el resumen de la historia clínica remitido junto con la orden del examen y, en ocasiones, en la comparación con estudios previos (otras resonancias, rayos X, tomografías, ecografías, etc.).
¿Qué ventajas e inconvenientes tiene una RMN?
VENTAJAS:
- No produce dolor. Las ondas magnéticas no producen daños.
- Es muy segura ya que no produce radiación ionizante.
- No es invasiva para el paciente.
- No hay dolor ni necesidad de punciones.
- Tiene una gran capacidad de resolución, generando muy buenas imágenes de los diferentes órganos y tejidos que con otras técnicas diagnósticas no eran tan completas.
INCONVENIENTES:
- Puede producir claustrofobia.
- El ruido intenso puede llegar a ser muy molesto.
- Es relativamente cara respecto a otras técnicas de radiodiagnóstico.
- En algunos casos puede ser necesario inyectar contraste.
¿Quién no puede someterse a una resonancia magnética nuclear?
Actualmente la única contraindicación absoluta son los pacientes portadores de marcapasos cardíacos.
Si usted es portador de algún tipo de implante metálico o prótesis en algún tejido u órgano (por ejemplo, implantes cocleares, clips en vasos cerebrales, stent coronarios, prótesis en rodilla o cadera, válvulas metálicas cardiacas, etc.) debe consultarlo previamente a la prueba por si no se pudiera realizar, pero casi todos estos implantes son de materiales no imantables que permiten realizarla.
Los dispositivos antiguos, que eran metálicos, contraindican por completo la realización del examen.
Un caso especial es el embarazo. Habitualmente se intenta diferir la resonancia hasta que finalice, pero si es necesario se hará partir del primer trimestre.
Durante el primer trimestre no se realiza, a no ser que sea estrictamente necesario para preservar la salud de la madre, sin que se haya demostrado que existe un riesgo aumentado de malformaciones o de abortos.
¿Qué es una resonancia magnética funcional?
La resonancia magnética funcional o fRM es un tipo especial de examen que se hace específicamente en el cerebro.
Consiste en comparar imágenes de RMN convencional para evaluar el flujo de la sangre en las arterias del cerebro.
Se realiza de la misma manera que la resonancia magnética convencional, pero se va solicitando que la persona realice ciertas actividades para ver los cambios en ciertas partes del cerebro como: mover los dedos de las manos o los pies, hacer muecas, leer algo, mirar fotografías, escuchar una grabación o hablar.
La fRM sirve para varias cosas:
- Para determinar exactamente la parte del cerebro que controla alguna función específica. Esto se llama mapeo cerebral.
- Para evaluar el daño cerebral producido tras una apoplejía u otra enfermedad como en traumatismo o una demencia.
- Para controlar el crecimiento de un tumor cerebral o la mejoría tras su tratamiento.
- Para planificar la cirugía o la radioterapia sobre un tumor cerebral.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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