El síndrome hemolítico urémico es un desorden sanguíneo causado tras la infección intestinal de una cepa de la bacteria Escherichia Coli y que afecta principalmente a los niños menores de 5 años.
Se caracteriza por la destrucción de los glóbulos rojos y daños en las paredes de los vasos sanguíneos que afectan principalmente al riñón y que en casos graves puede causar insuficiencia renal.
Clínicamente se caracteriza por la combinación de tres características: anemia hemolítica microangiopática no inmune (disminución del número de glóbulos rojos), trombocitopenia (disminución de plaquetas) e insuficiencia renal.
Suele aparecer después de padecer una infección intestinal causada por una cepa de la bacteria Escherichia Coli denominada O157:H7.
Esta bacteria genera una toxina tipo Shiga o verotoxina con efectos inflamatorios que provoca la formación de coágulos en los capilares (vasos sanguíneos muy pequeños). Los glóbulos rojos al pasar por estos capilares obstruidos se deterioran y acaban causando problemas renales.
Dicha bacteria suele contraerse principalmente por consumir carne de ternera poco cocinada, por ejemplo, carne picada o hamburguesas poco cocinadas y contaminadas con la bacteria.
También es posible contraer la bacteria por beber agua, frutas o verduras contaminadas, leche o zumos no pasteurizados o mediante transmisión de persona a persona en guarderías o residencias de ancianos.
El 90% de los casos se deben a la a la Escherichia Coli pero es posible padecer la enfermedad por efecto de otras bacterias diferentes (Shigella dysenteriae), virus, defectos genéticos o provocados por ciertos medicamentos.
Es un trastorno raro que afecta principalmente a niños menores de 10 años aunque también puede afectar a personas mayores o que padecen otras enfermedades.
El síndrome hemolítico-urémico tiene una incidencia anual en niños de 1 a 3 casos por cada 100.000 niños.
El periodo de incubación de la bacteria E. Coli 0157:H7 es normalmente de 3 a 4 días aunque puede variar entre 1 y 8 días.
El primer síntoma es la aparición de calambres abdominales severos que posteriormente se acompañan de diarrea acuosa. La diarrea acuosa que puede llegar a causar deshidratación dura aproximadamente un día. Después se comienza a defecar heces con sangre de color rojo brillante. Esta diarrea con sangre dura de 2 a 5 días y puede presentarse en episodios de hasta 10 veces al día.
Otros síntomas adicionales que se pueden presentar incluyen:
Se realiza mediante un cultivo de heces. El cultivo debe realizarse en las primeras 48 horas desde que aparecen las heces con sangre.
Por precaución, los niños con síntomas no deben ir a la guardería hasta que hayan tenido dos cultivos negativos y los ancianos que vivan en residencias deben permanecer en cama hasta que dos cultivos sean negativos.
El tratamiento del síndrome hemolítico urémico es un tratamiento de apoyo que se realiza normalmente de forma hospitalaria y que puede requerir:
Es importante no administrar antibióticos o antidiarreicos (Fortasec) a las personas que lo padecen porque puede empeorar los síntomas.
El 90% niños que reciben tratamiento en las primeras fases de la enfermedad se recuperan sin ningún efecto secundario a largo plazo.
El 10% restante y los que no reciben tratamiento adecuado pueden presentar daños renales que pueden provocar insuficiencia renal inmediata o al cabo de los años. Estas personas requerirán diálisis de forma rutinaria y si la situación lo requiere un trasplante de riñón.
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