La anemia hemolítica es un conjunto de enfermedades caracterizadas por la reducción de la hemoglobina en sangre como consecuencia de defectos cualitativos o intrínsecos de los glóbulos rojos.
Los glóbulos rojos sanos tienen forma bicóncava y un periodo de vida de 110 a 120 días. Se denomina hemólisis al proceso de descomposición de los glóbulos rojos que de forma normal se produce al final de su vida útil.
Cuando los glóbulos rojos tienen defectos en su formación la hemólisis se adelanta (se descomponen antes de lo normal).
La hemolisis prematura, el hecho de que los glóbulos rojos vivan menos tiempo del habitual, intenta ser compensado por el organismo aumentando la tasa de creación de glóbulos rojos (aumento de la eritropoyesis).
Sin embargo puede suceder que la tasa de reposición de los glóbulos rojos no llegue a compensar su pérdida temprana y entonces se entra en el estado de anemia hemolítica.
Al ser un conjunto de enfermedades las causas que provocan cada una de ellas son muy variables y dependen de cada caso concreto.
En función de las causas que lo provocan las anemias hemolíticas se pueden clasificarse en:
*La hemoglobinuria paroxística nocturna es un defecto adquirido (no congénito) aunque pertenece a las membranopatías
Algunos medicamentos pueden provocar estados de anemia hemolítica inmunológica ya que provocan anticuerpos que atacan y destruyen los glóbulos rojos.
Entre los principales medicamentos que pueden causar anemia hemolítica se encuentran:
Los venenos de ciertas serpientes y arañas o la intoxicación por metales (cromo, arsénico, plomo, cobre, etc.) pueden causar también anemia hemolítica.
Los síntomas generales de la anemia hemolítica son los propios de cualquier tipo de anemia:
Además hay otros signos frecuentes que pueden aparecer en la anemia hemolítica:
Algunas anemias hemolíticas no tratadas pueden ocasionar en la época de crecimiento:
Para el diagnóstico se debe realizar un análisis de sangre en el que se debe apreciar en primer lugar la anemia con la hemoglobina por debajo de lo normal. Se considera anemia cuando la hemoglobina se encuentra por debajo de 13 gr/dl en hombres, 12 gr/dl en mujeres y 11 gr/dl en embarazadas y niños de 6 meses a 6 años.
Las anemias hemolíticas suelen tener los siguientes factores alterados:
Posteriormente hay que estudiar el tipo de anemia hemolítica que se padece.
En el caso de las anemias inmunológicas se realiza la prueba de Coombs.
El tratamiento depende de cada caso concreto y es muy diferente de si se trata de anemias congénitas (con tratamientos limitados) o adquiridas que suelen tener mejor pronóstico.
En las membranopatías (esferocitosis, ovalacitocis) la destrucción prematura de los glóbulos rojos se produce en el bazo por lo que un tratamiento generalizado suele ser la esplenectomía (extracción del bazo).
Las anemias adquiridas se pueden revertir si se resuelve la enfermedad, infección o causa que lo está provocando.
En todas las anemias hemolíticas es recomendable el consumo elevado de ácido fólico y hierro dado que la formación de nuevos glóbulos rojos (eritropoyesis) va a ser elevada.
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El contenido de esta página puede ser consultado en inglés en el siguiente enlace: Hemolytic anemia
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