La tromboflebitis es la formación de un trombo en una vena acompañado de inflamación de la pared venosa que puede bloquear la vena afectada.
La tromboflebitis sucede cuando un coágulo o trombo se aloja en una vena y por tanto el proceso es distinto que la trombosis arterial (cuando el trombo se aloja en una arteria).
La palabra tromboflebitis viene del griego flebos = vena.
Se denomina flebotrombosis cuando la formación del trombo se produce sin inflamación de la pared venosa mientras que en la tromboflebitis sí existe inflamación de la pared venosa.
La tromboflebitis ocurre generalmente en las extremidades, sobre todo en las piernas, y puede afectar a las venas profundas, o a las venas superficiales.
En base a esto, se clasifican así:
Trombosis venosa superficial: Ocurre en las venas superficiales que son las que se encuentran entre el músculo y la piel.
Son frecuentes en las piernas de personas con várices, pero puede presentarse en los brazos o en cualquier otro lugar después de la colocación de un catéter intravenoso, por ejemplo, para administración de sueros o para la realización de algún examen que requiera cateterismo venoso.
Otras causas de trombosis venosa superficial son:
Algunas enfermedades favorecen la aparición de trombosis venosa tanto superficial como profunda incluso en personas con venas sanas como algunos tipos de cáncer y la trombofilia (exceso de formación de coágulos en el cuerpo por varias causas).
Los principales síntomas de tromboflebitis son:
El diagnóstico de la enfermedad depende del tipo:
Trombosis venosa superficial. El trombo y la inflamación circundante suelen ser visibles en la piel.
En ocasiones es repetitiva y se pueden observar cambios de coloración en la piel e incluso signos de infección donde los trombos superficiales obstruyen la circulación.
La ecografía Dopper o dúplex permite diagnosticar con certeza la tromboflebitis superficial.
Trombosis venosa profunda. Generalmente ocurre en las piernas y se sospecha porque el endurecimiento de la vena persiste incluso cuando la extremidad afectada se eleva.
En cualquier tromboflebitis con fiebre elevada y persistente, también se debe sospechar que sea profunda.
Para llegar al diagnóstico se puede recurrir también al eco Doppler/dúplex, a un estudio con ultrasonidos llamado pletismografía o a la inyección de sustancias radiológicas o isotópicas en las venas de las piernas (flebografías).
Los principales factores de riesgo para desarrollar tromboflebitis son:
La tromboflebitis superficial suele ser de muy buen pronóstico. Básicamente su manejo es:
Últimamente se ha visto que la tromboflebitis superficial puede afectar el sistema venoso profundo y poner en riesgo la vida de la persona en algunos casos.
Por ello, se está realizando prevención en casos específicos determinados por los hallazgos de la ecografía Doppler o dúplex para suministrar medicamentos anticoagulantes.
Es muy raro que se necesite algún tipo de cirugía en estos casos.
La tromboflebitis profunda o trombosis venosa profunda tiene un peligro asociado, la embolia pulmonar o tromboembolismo pulmonar, eventualidad muy grave que hay que tratar desde el primer momento con medicamentos anticoagulantes.
Generalmente se inicia con heparina y después, cuando ya ha pasado la fase aguda, se utiliza un anticoagulante oral tipo Warfarina o Acenocumarol (Sintrom®) para prevenir que se vuelva a repetir.
En algunos casos, se coloca un filtro en la vena principal (la vena cava inferior) para atrapar coágulos antes de que lleguen al corazón y los pulmones.
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