Un trombo es un coágulo de plaquetas, proteínas de la coagulación y desechos celulares que acaba taponando un vaso sanguíneo. Una embolia es un trombo que ha viajado por la sangre hasta llegar a un vaso pequeño donde se enclava como un émbolo. Trombosis y embolia son, pues, términos equivalentes.
Los émbolos pueden ser únicos o múltiples, pequeños o masivos. Pueden poner en peligro la vida, como cuando ocurre una embolia cerebral, o pueden llevar a poner en peligro una extremidad entera, como cuando ocurre un embolismo arterial en una pierna.
La enfermedad cardíaca predispone a hacer embolias, bien desde la aurícula derecha cuando existe una fibrilación auricular, por ejemplo, o bien desde el ventrículo izquierdo tras un infarto de miocardio.
Cuando ocurre una embolización, el flujo de sangre se puede interrumpir bruscamente, o bien de modo gradual, durante semanas o meses. A veces puede instalarse una embolia arterial al nivel de las arterias de la rodilla, donde vasos más grandes se convierten en otros más pequeños. Esta obstrucción causa dolor súbito y palidez en toda la pierna y el pie.
Si una embolia arterial aguda no se opera inmediatamente, el tejido más allá de la embolia puede morir y hacer necesaria una amputación. Cuando ocurre, es muy importante proteger la pierna afectada con una manta suave y unas gasas. Dado que la pierna está fría, es tentador aplicar calor local, pero ello puede dañar todavía más el tejido comprometido.
El diagnóstico se sospecha ante los síntomas dichos y si no se localizan los pulsos en la zona afectada, y se confirma mediante una arteriografía.
Una vez confirmado el diagnóstico de embolia arterial, se administra inmediatamente un medicamento que rompa el trombo (trombolisis). A continuación se le puede indicar aspirina o medicamentos anticoagulantes para prevenir que los trombos se repitan.
CirugíaSi el miembro afectado está en peligro, se requiere la cirugía inmediata para quitar el trombo. Generalmente, se hace mediante una técnica que los cirujanos vasculares llaman endarterectomía, con un catéter (un tubito flexible y hueco) que tiene un globo hinchable en la punta; se introduce el catéter, se infla el globito, y a medida que el catéter se retira, va arrastrando al trombo. Menos frecuentemente, es necesaria una derivación (by-pass) del vaso bloqueado, o su sustitución por una prótesis o vaso artificial de Dacron.
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